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Mas utiliza la victoria de CiU para legitimar los recortes sociales

El presidente dice que han ganado los "valores fuertes" frente al "exceso, la algarabía y la demagogia" - Llama a la oposición a "no obstaculizar" los presupuestos

Crecido tras la aplastante victoria de CiU en las elecciones del pasado domingo, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se mostró ayer legitimado por las urnas para aplicar su receta de recortes sociales como la única fórmula posible para regresar a "la estabilidad y el equilibrio" presupuestarios. "El domingo triunfaron en Cataluña los valores fuertes", aseguró Mas, quien los contrapuso al "exceso, la algarabía y la demagogia" de la izquierda, a la que criticó por oponerse a los ajustes tras haberle dejado un déficit del 3,9%. "Si no lo hiciéramos, seríamos la generación más egoísta de la historia", afirmó.

A una semana de que el Gobierno catalán apruebe unos presupuestos que contendrán un tijeretazo de 2.700 millones de euros, Mas volvió a recurrir al símil de la familia que debe recortar sus gastos para poder afrontar sus deudas, ante un público formado por académicos, empresarios y universitarios. En la conferencia inaugural de una jornada organizada por la fundación Catdem y la Universitat Oberta de Catalunya, Mas reiteró que, como en un hogar, el endeudamiento tiene un límite. "Y quien no se dé cuenta, se estrella, y tenemos ejemplos en nuestro entorno", aseguró en referencia a los rescates de Grecia y Portugal.

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Mas, que durante la campaña ya criticó las manifestaciones sindicales contra los recortes, ayer tampoco se privó de cargar contra las "minorías muy ruidosas" que trataron de "impresionar" e "introducir dudas" a las "mayorías silenciosas" que optaron por los "valores sólidos". Sin embargo, consciente de que CiU necesita la colaboración de otro grupo parlamentario para sacar adelante los presupuestos y de que el PSC de momento ha anunciado que no piensa apoyarlos, Mas instó a la oposición -en concreto, a la izquierda- a no "obstaculizar" su aprobación "en aras del bien común".Las movilizaciones y el malestar de los colectivos afectados por los recortes, sin embargo, sí parecen haber servido para que el Ejecutivo catalán haya rechazado una rebaja lineal del gasto de todos los departamentos como anunció primero, para optar por dar prioridad a algunas áreas. "Procuraremos que todos los aspectos de cohesión social sean los menos afectados", aseguró Mas, quien lamentó que deberá "sacrificar" las políticas de competitividad que cuesten dinero. En realidad, según Mas, Cataluña sí "produce los recursos" necesarios para mantener el Estado de bienestar e invertir en infraestructuras, pero "no los puede retener", por lo que reclamó de nuevo un pacto fiscal con el Gobierno central.

El consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell, concretó ayer que algunas de las consejerías que más notarán esas rebajas: además de la suya, serán las de Presidencia, Vicepresidencia y Territorio y Sostenibilidad, con un recorte presupuestario por encima del 10%. Por debajo estarán las de Salud, Enseñanza y Bienestar y Familia.

Pero el equilibrio presupuestario no es el único déficit que, a juicio de Mas, debe superar Cataluña. El presidente recordó que la comunidad ha de equilibrar su balanza comercial, mejorar su nivel educativo y reducir el paro. Mas instó a los agentes sociales a imitar el modelo de otros países europeos que han compensado la destrucción de empleo con medidas de flexibilidad. "No hay menos empleo que en Holanda, pero estamos repartiendo mal el trabajo", afirmó, e instó a los profesores a adoptar la actitud de "valores fuertes" que atribuye a CiU -que identificó con el coraje, la seriedad y responsabilidad- para estar "más presentes" en las aulas y afrontar el incremento de alumnos pese a cobrar menos.

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Las medidas de austeridad se están reflejando ya en un recorte de plantilla del sector público catalán. Los sindicatos aseguraron ayer que la Administración y sus empresas han prescindido en los últimos seis meses de 1.600 interinos. "Comenzó el Gobierno tripartito reubicando funcionarios y ahora, cuando un funcionario ocupa una plaza, el Gobierno de Artur Mas hace cesar a los interinos", explicó Jesús Beza, de la permanente del sindicato IAC.

Tanto Beza como el resto de los representantes sindicales en la Mesa General de la Función Pública, de CC OO y UGT, aseguraron que el número de empleados de los que la Administración está prescindiendo es incluso mayor, pero muy complejo de calcular. "Habría que contar quirófano a quirófano, departamento a departamento", precisó la coordinadora del área pública de CC OO, Josefina Pujol.

Los representantes de los funcionarios y trabajadores laborales -unas 160.000 personas en la Administración y 50.000 en empresas públicas- están en pie de guerra ante los recortes anunciados por la Generalitat, que llegan tras la rebaja del 5% del sueldo en 2010 y la congelación este año. Ayer las dos partes dieron por rotas las negociaciones que mantenían sobre las medidas planteadas por el Departamento de Gobernación el lunes: la congelación de la aportación al fondo de pensiones y la reducción de las ayudas al fondo social. Dos tijeretazos que supondrán un ahorro anual de unos 25 millones de euros, según la Administración.

Gobernación destacó que estas medidas "no afectan a la nómina de los funcionarios", pero los sindicatos sí ven un nuevo recorte en sus bolsillos. "Bajan el salario, aunque sea diferido", manifestó Encarna Fernández, de UGT. El fondo social consiste en ayudas que los empleados pueden solicitar, desde tratamientos de odontología hasta apoyo psicológico para hijos con problemas. Frenández consideró que la Generalitat "incumpliría la Ley de Presupuestos Generales" si congelara esas aportaciones.

MERCÈ ROSSELLÓ (Personal laboral desde 1996. Cobra 953 euros al mes): "Nos suben el trabajo y nos bajan el sueldo"

Mercè Rosselló, de 48 años, es auxiliar de geriatría desde 1996 en una residencia concertada por la Generalitat. Es decir, es personal laboral. Cobra 953 euros euros brutos al mes. "Primero fueron las congelaciones, luego la rebaja del 5%. Y eso solo en lo que se refiere al sueldo. Las Administraciones públicas, además, han cerrado el grifo de las subvenciones, y eso en nuestro sector se traduce en menos personal y menos medios", relata de corrido. "Nos suben las jornadas, la exigencia y la ratio de usuarios por trabajador... pero cobramos menos", concluye. A Roselló le duele la mala fama que tienen los funcionarios: buen horario, poco trabajo y buen sueldo. "Igualito a lo que me pasa a mí", replica irónica.

PACO MUR (Funcionario desde 1987. Cobra 1.089 euros al mes): "La gente cree que todos somos altos cargos"

Tras 24 años ocupando un puesto como funcionario subalterno en el Departamento de Presidencia, Paco Mur, de 50 años, se encontró el otro día con un empleado de banca que al ver su nómina pensó que había un error: cobra 1.089 euros. "Y porque tengo ocho trienios, si no sería menos...", apunta. "La gente lee el caso Pretoria o ve a un alto funcionario entregando un premio, invitado a cenar o tirando de tarjeta del departamento... y se cree que todos somos iguales", lamenta. "Estamos de cara al ciudadano, cada día con menos medios, y encima nos tocan el bolsillo; pero nuestros impuestos y gastos son los mismos, de manera que cada vez tenemos menos poder adquisitivo", subraya.

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