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Más del 40% de las viviendas construidas este año son protegidas

En sólo un mes 400 pisos del mercado libre 'pidieron' pasar a ser sociales

Lluís Pellicer

La brecha entre vivienda protegida y libre se cierra. Se construyen más pisos sociales y menos a precios de mercado. La vivienda pública supone ya más del 40% de todos los pisos levantados, frente al exiguo 8,7% de hace dos años, cuando Cataluña todavía hervía por el boom inmobiliario.

La razón no sólo es un incremento del 50% en la vivienda protegida, sino una caída del 70% de la construcción residencial. El Departamento de Medio Ambiente y Vivienda estima que hasta junio inició 6.000 pisos sociales, 2.000 más que el año pasado.

"Tal como está el mercado, a finales de año se habrán construido más viviendas de protección que libres", afirmó ayer el consejero Francesc Baltasar. El parque de pisos sociales se verá incrementado, además, por la entrada de viviendas libres que no se venden y que el Ejecutivo catalán espera que se acojan a la nueva figura del concertado catalán, una modalidad de precio tasado que no puede sobrepasar los 300.000 euros en el caso de Barcelona. El decreto que los regula se aprobó el 28 de julio, y a pesar de que agosto es prácticamente inhábil, durante ese mes acudieron a la Secretaría de Vivienda los propietarios o promotores de unos 400 pisos que querían calificarlos como concertados.

La complejidad de la crisis actual no pone las cosas fáciles. Si en otras recesiones inmobiliarias los promotores se pasaban a la vivienda protegida sin más, ahora se topan con las restricciones crediticias de las entidades financieras. Precisamente, la secretaria general de USOC, Antònia Gil, explicó que sus cooperativistas "primero tienen que ir al banco y luego al sindicato" a causa de las restricciones de los bancos y cajas.

El pasado mes de julio 10 cajas y 6 bancos se comprometieron a prestar 12.000 millones de euros en los próximos dos años para compradores de vivienda pública. Pero las quejas de los adjudicatarios de pisos sociales persisten. Baltasar aseguró que este mes se reunirá con los bancos para tratar de que den orden a todas sus oficinas de prestar dinero. "Hay que restablecer el clima de confianza con el sector y las entidades", afirmó Baltasar.

El consejero también anunció dos convenios con el Instituto Catalán de Finanzas, el Departamento de Economía y el Ministerio de Vivienda que suman 200 millones de euros. La mitad se destinará a construir pisos de alquiler social y la otra para comprar y urbanizar suelo protegido. El objetivo del departamento, recogido en el Pacto por la Vivienda, es poder dar algún tipo de ayuda a los ciudadanos que quedan excluidos del mercado. Y no son pocos: Baltasar los cifró en el 66% de la población. Es una demanda que, según dijo, sigue incrementándose cada año.

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Pacto para 2.700 pisos

El Departamento de Medio Ambiente y Vivienda firmó ayer un convenio con cuatro entidades para la construcción de 2.700 pisos de protección oficial que estarán terminados, como máximo, en 2012. La Federación de Cooperativas de Vivienda levantará 1.300 pisos; la Confederación de Asociaciones de Vecinos, 600; la Coordinadora de Fundaciones de Vivienda, 500, y USOC, 300.

El presidente de las fundaciones de Vivienda, Francesc Borrell, pidió al consejero Francesc Baltasar que incremente el volumen de pisos que levantarán y que en próximos repartos "tenga presente" a los que construyen más viviendas sociales.

La secretaria general de USOC, Antònia Gil, reclamó que el precio del suelo protegido no pueda ser superior al 15% del precio final de venta del piso, una norma que ya existe en otras comunidades como Andalucía. Baltasar aseguró que el Ejecutivo ha creado un grupo de trabajo para analizar las valoraciones del suelo para conocer los precios reales.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Economía de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera. Ha sido corresponsal en Bruselas entre 2018 y 2021 y redactor de Economía en Barcelona, donde cubrió la crisis inmobiliaria de 2008. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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