_
_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Expediente eñe

En una secuencia de Intrusos en Manasés, uno de los más fastidiosos tópicos gramaticales del cine de terror acaba transformándose en (involuntario) comentario sobre el conjunto: dos personajes avanzan por un camino rural bajo una completa oscuridad, cuando un ruido inesperado les hiela la sangre. Es un falso susto. La luz de sus linternas revela que acaban de escuchar el rebuzno de un burro. En ese particular ejercicio de alquimia -la mutación del tópico en rebuzno-, el debut de Juan Carlos Claver encuentra su más oportuna glosa. Conviene añadir que la película no es una comedia, aunque los responsables de la serie Scary movie no le harían ascos al tipo de material que sostiene esta particular modulación del falso susto.

INTRUSOS EN MANASÉS

Dirección: Juan Carlos Claver.

Intérpretes: Armando del Río, Marina Gatell, Miguel Ángel Muñoz, Belén López, Alejandro Jornet.

Género: terror.

España, 2010.

Duración: 90 minutos.

Intrusos en Manasés se abre en forma de respuesta local a Expediente X: tras vivir una experiencia traumática durante la preparación de un reportaje -la secuencia más eficaz de la película-, una pareja de periodistas de la revista Más allá -la publicación creada en 1989 por Fernando Jiménez del Oso- recibe el encargo de investigar lo sucedido en un pueblo de la Península que, en tiempos de la Guerra Civil, vio borrada a su población del mapa. El posterior desarrollo se mira en otros referentes: las constantes de ese cine de terror español que ha ido engendrando sus propios vicios expresivos -sustos de posproducción, sobresaltos de mesa de mezclas- al mismo tiempo que consolidaba su carisma comercial.

Tanto a Miguel Ángel Muñoz como a Marina Gatell les tocan en suerte unos personajes con el espesor de un arquetipo juvenil de teleserie cejijunta, pero el resto del reparto también recibe la condena de unos diálogos que no son más que pulpa funcional. El problema no es que la película trabaje con materiales de segunda mano, sino que invierta sus energías en la débil simulación de un producto de terror mainstream en lugar de abandonarse a los placeres lúdicos de la serie B.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_