(Re)nace una estrella
Segundo largometraje de Shana Feste, que debutó con El mejor (The greatest) (2008), Country Strong puede funcionar como aviso para navegantes: un aviso del que podría tomar buena nota Clint Eastwood, durante el proceso de preparación de su anunciado remake de Ha nacido una estrella con Beyoncé Knowles en cabeza de cartel. Esta aplicación del modelo musical-de-reválida al ámbito del country despliega un generoso repertorio de los peligros del kitsch en que puede caer toda operación parecida cuando, ante las cámaras, no hay una verdadera redención artística en juego, sino la lujuria por dar un do de pecho (melo)dramático que nadie había pedido.
En Country Strong, Gwyneth Paltrow sobreactúa su fragilidad y su madurez para dar vida a Kelly Canter, estrella country en rehabilitación interrumpida por un regreso por la puerta grande, secuenciado en tres paradas de vía crucis etílico hasta la resurrección final. Todas las piezas están en su sitio: desde el marido manipulador, pero con el corazón partío -Tim McGraw- hasta el joven amante / protector con un talento sin adulterar -Garrett Hedlund-, sin olvidar a la estrella cachorra -Leighton Meester- que compensa su ambición con la suma de un corazón de oro. Shana Feste ha dirigido un melodrama tan autoconsciente de su importancia que hasta parece de mal tono que un crítico español ose decirle que Country Strong no tiene ni más importancia, ni más espesor, ni necesariamente más verdad que una lacrimógena tvmovie de sobremesa.
COUNTRY STRONG
Dirección: Shana Feste. Intérpretes: Gwyneth Paltrow, Tim McGraw, Garret Hedlund, Leighton Meester, Marshall Chapman. Género: Drama. Estados Unidos, 2010. Duración: 117 minutos.