"El cine de entretenimiento tiene sus riesgos"
El encantador de serpientes ha vuelto. Antonio Banderas llega a los cines con otra película en la que saca partido a su talento embaucador. "The code es lo que es: un buen entretenimiento, que gustará al público porque pasará un buen rato". A Banderas le suena la voz cantarina. Los planes cinematográficos no le van mal. Desde que cambió de representantes, asegura, le han llegado guiones a los que antes parecía no tener acceso, como el de Woody Allen que va a rodar en verano en Londres, un libreto del que sólo ha leído su parte.
Pero antes tiene esta The code, un filme de ladrones muy parecido a La trampa. A Sean Connery le sustituye aquí Morgan Freeman y él a Catherine Zeta-Jones, aunque sin relación sentimental de por medio. Ladrones, robos imposibles, chantajes y ases en la manga. "No tenía programado este rodaje, pero Dalí se aplazó
"Morgan Freeman me recuerda mucho a Fernando Fernán-Gómez"
[rodará el biopic del pintor antes de la película de Allen] y me lo ofrecieron. Dije que sí por varias razones. Por ejemplo porque filmamos mucho en Sofía y yo en ese momento estaba en Málaga; no había que saltar el Atlántico. Aunque sobre todo por Morgan Freeman. Nunca habíamos trabajado juntos. Es uno de esos actores que aportan cosas intrínsecas. Me recuerda a Fernando Fernán-Gómez, muy sólido, con un valor añadido increíble. A veces esa gente decepciona. Fernando desde luego que no, y Morgan está a su altura. Yo sólo tenía que ser un buen profesional", remata entre risas.
Banderas ha reconocido en diversas ocasiones que ha rodado algún filme sólo por aprender de su director y asimilar sus conocimientos. Para The code le motivaron su compañero y Mimi Ledger, la directora. El malagueño acabó encantado. "Me gusta trabajar con directoras, porque su trato con los intérpretes es muy diferente al habitual, y con Mimi, que sabe muy bien de qué va esto, he acabado teniendo una gran amistad". ¿Y el resultado? "Estas películas, aunque no lo parezca a priori, tienen sus riesgos. Deben enganchar al público desde su inicio, que reciban sus dosis de entretenimiento inteligente. ¿A qué has pasado un buen rato viéndola?".