La paciencia petrificada
"El paisaje vertebral revelado en el nivel T-12 es el de las torres de piedra porosa de Tenerife, y del nativo de Canarias, Óscar Domínguez, quien inventó la técnica de la decalcomanía y expuso de este modo el primer paisaje vertebral", escribía J. G. Ballard en La exhibición de atrocidades (1969), libro que intentaba -y lograba- dotar de una funcionalidad narrativa algunas de las técnicas formales acuñadas por el arte surrealista. Sería pedirle demasiado al debutante Lucas Fernández que su particular homenaje al artista canario que formuló la teoría de la petrificación del tiempo hubiese logrado algo parecido: la memoria de Domínguez -en forma de biopic posibilista- y el presente de una intensa (e inesperada) heredera de su legado se alternan en la estructura de Óscar. Una pasión surrealista, pero lo único que se petrifica es el tiempo (y la paciencia) del espectador. Tan sólo se desvela una verdad: el paisaje vertebral de cierto cine español que encuentra en lo pretencioso el mejor atajo hacia lo ridículo.
ÓSCAR. UNA PASIÓN SURREALISTA
Dirección: Lucas Fernández.
Intérpretes: Joaquim de Almeida, Victoria Abril, Emma Suárez, Jorge Perugorría.
Género: Drama. España-Francia-Estados Unidos, 2008.
Duración: 97 minutos.