La selva de los idiotas

En Hollywood han encontrado la fórmula secreta para cautivar al adolescente del nuevo milenio: comedia descerebrada + Gran Hermano + cine de terror juvenil + La selva de los famosos + cine porno = Club desmadre. Eso sí, cada ingrediente en una dosis muy baja en calorías, no se les vaya a convertir esto en una película de verdad y la armen.

Con una fotografía y una dirección estilo cinta clasificada S de la España de finales de los setenta, un guión de parvulario y una producción de cortometraje en vídeo, Club desmadre cuenta (por poner algún verbo) la matanza perpetrada por un muerto viviente de un grupo de turistas con ganas de sexo en una isla desierta de Costa Rica. En EE UU se estrenó en casi 2.000 cines, pero apenas lograron engañar a los espectadores del primer fin de semana. Aquí, apoyados en una fuerte campaña de marketing y publicidad, intentan repetir. Así que, aprovechando que corren días en los que España se desvincula de ciertas (y perjudiciales) actitudes del país de las barras y las estrellas, sigamos ejercitando esta gran actividad. El que la practique se ahorrará el sufrimiento de observar cómo un producto semejante lleva la mítica fanfarria de la Fox como carta de presentación.