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Reportaje:

Adiós a los fotogramas

Entre 6.000 y 14.000 salas de cine pueden desaparecer en Europa en poco tiempo si no dan el salto digital

Se acabaron los 24 fotogramas por segundo. Definitivamente, la química ha perdido la batalla también en el cine. En 2013 se prevé que haya más salas digitales que analógicas, una progresión que parecía impensable hace unos pocos años, cuando muchos exhibidores aún desconfiaban de la nueva tecnología y alegaban la falta de oferta para resistirse a hacer las millonarias inversiones necesarias para el cambio de sistema. La hora ha llegado y, además, en algunos países como España incluso se corre el peligro de haber empezado demasiado tarde. La locomotora del cambio ha sido, cómo no, Avatar. El taquillero filme de James Cameron ha provocado una avalancha de reconversiones de salas ya que para tener la tecnología 3D necesitaban dar el paso al digital.

Los datos cantan. En el marco de la conferencia europea sobre los retos de la digitalización que, organizada por el Ministerio de Cultura, finaliza hoy en Barcelona, se ha presentado un estudio realizado por el grupo Think Thank on European Film and Film Policy que deja claro que el proceso es imparable. En 2009 ha habido un incremento del 84% de digitalización respecto a 2008. En una década casi todas serán digitales, aunque algunos países llegarán antes a esta meta. Como EE UU, que empezó antes y lleva ventaja no sólo en la exhibición sino también en la producción y la distribución de filmes con esta tecnología. "Ahora muchas salas de la red Europa Cinemas se están equipando para poder proyectar Alicia, de Tim Burton, que aunque es un producto americano tiene un perfil que nos encaja pese a que el 85% de lo que proyectamos es cine europeo o independiente", explicó ayer Claude-Eric Poiroux, director general de esta red que reúne 800 salas en 441 ciudades. "El problema es que si nos equipamos digitalmente, la oferta europea escaseará y corremos el riesgo de que no podremos cumplir nuestro objetivo y el cine europeo quede marginado. Afortunadamente, parece que Wim Wenders está rodando en 3D y también están en marcha buenos productos de animación, pero el peligro es evidente".

Corre peligro el cine europeo, pero también muchas salas pequeñas que no tendrán la capacidad económica de acometer la inversión. "Se calcula que entre 6.000 y 14.000 salas europeas podrían desaparecer si no dan el salto digital", explica Ignasi Guardans, director general del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA). "Éste es un reto en el que tenemos que estar todos, desde los privados a todo tipo de administraciones, sea local, autonómica o estatal. No se trata sólo de comprar máquinas, es un radical cambio en el modelo de negocio y en el sistema de exhibición que puede favorecer un mejor acceso a la cultura, si lo hacemos bien, o suponer una pérdida enorme si fracasamos. Los que más sufrirán serán los cines de las zonas rurales, de las ciudades pequeñas y las salas independientes de las grandes ciudades".

La reconversión, según Guardans, supone un gasto de entre 100.000 y 120.000 euros por pantalla, y esto tanto vale para los grandes multicines como para el pequeño cine de pueblo. Los ministerios de Cultura e Industria ayudarán, básicamente a través de líneas de crédito. "Habrá algunas ayudas directas en lo que respecta al acceso de las salas a las redes de alta velocidad, ya que en breve los filmes se recibirán a través de Internet o satélite, pero para el resto dependerá del tipo de cine; no es lo mismo un pequeño cine en La Rioja que un gran grupo empresarial".

España, reconoce, está empezando ahora a analizar el problema. En otros países, como Reino Unido, Noruega, Francia, Italia o Alemania, el debate ya empezó hace tiempo. Y las soluciones son dispares. La UE estudia alguna medida común, aunque, como advirtió Guardans, "no hay recetas mágicas". "No creo que haya una sola solución para toda Europa, pero los problemas son comunes y alguna perspectiva común tendremos que tener". En las conclusiones, hoy, de las jornadas tal vez se adelante algo.

El recorrido digital

- La primera proyección de cine digital fue en mayo de 1996 en Estados Unidos, pero el estándar internacional (DCI) se publicó en 2005.

- La digitalización permite el ahorro en la distribución, pero grava a los exhibidores por lo que se creó un sistema privado de ayudas de unos a otros, que gestionan intermediarios, al que no tienen acceso todas las salas.

- En 2009 había 16.405 pantallas de cine digital en todo el mundo. De ellas, 9.000 disponen de tecnología 3D. En Europa hay 4.580 pantallas digitales. España tiene 286, frente a las 959 de Francia. En Estados Unidos hay 3.367.

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