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La Aguja de Oro pierde su solapa

Los nuevos planes de Cultura para la moda descartan el galardón que el propio ministerio asumió en 2007 - El equipo de Molina prefiere un Premio Nacional

Eugenia de la Torriente

El diseñador francés Nicolas Ghesquière, director creativo de Balenciaga, será el primer y último ganador del Premio Aguja de Oro otorgado por el Ministerio de Cultura. Han pasado 20 meses desde que el jurado fallara a su favor, pero el galardón sigue sin entregarse. No se ha organizado la convocatoria de 2008, ni habrá más en el futuro. Al menos, bajo el amparo gubernamental.

El premio es "la máxima distinción de carácter internacional otorgada por el Gobierno de España al diseño de moda", según explicaba la entonces ministra, Carmen Calvo, a Ghesquière en una carta. La Aguja de Oro existía desde 1981, gestionado durante 26 ediciones desde el ámbito privado por su creadora, la empresaria María Rosa Salvador. En junio de 2007 fue asumido por el ministerio, ya que, por su relevancia y prestigio, juzgó necesario mantener "una importante iniciativa, llena de historia", según la misiva.

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Cuando la carta (fechada en Madrid, el 5 de julio de 2007) llegó a las oficinas de Balenciaga en París, Carmen Calvo ya no era ministra de Cultura. El 6 de julio fue sustituida por César Antonio Molina y el destino del premio se vio zarandeado por cambios de criterio. Los planes del nuevo equipo para la moda tienen dos frentes: dividir el Museo del Traje en un Centro Nacional de la Moda (con sede en Matadero Madrid) y un Museo de Etnografía (en Teruel) y crear un Premio Nacional. "Apoyamos la moda. No tendrá el mismo nombre, pero habrá un premio de diseño de moda en 2009", confirma José Jiménez, director general de Bellas Artes y Bienes Culturales. "Está pendiente de la orden ministerial, que esperamos sea inminente. Pero la intención es que equipare la moda a otras disciplinas. Los reconocimientos de Estado deben tener enfoque y consideración homogéneos. Éste era otra cosa".

Mientras tanto, la aguja de 2007, fabricada por el joyero Chus Burés, espera que coincidan las agendas del ministro y de un diseñador casi tan reservado como el vasco que fundó la firma (hoy, francesa) para la que trabaja. La casa Balenciaga, tras varios intentos de este periódico, no ha querido ofrecer su versión del desencuentro. "Por cuestiones prácticas, todavía no han coincidido", defiende Jiménez. "Ghesquière había planteado que se le entregara en Madrid, pero el ministro prefiere hacerlo en París. Luego, el premio puede desaparecer o no: la asociación que antes lo otorgaba puede seguir haciéndolo".

María Rosa Salvador tiene 83 años y no está en disposición de retomar su creación. La abandonó al cerrar Dafnis, la tienda de ropa de lujo que regentaba en Madrid. La aguja fue una distinción pionera, sin remuneración económica y con mucho de evento social (en su jurado estaban Isabel Preysler y Carmen Martínez-Bordiú), que consiguió convencer de su importancia a Valentino (en 2004), Issey Miyake (en 1995) o Giorgio Armani (en 1993). Todos vinieron a recogerla. "El ministerio no ha hecho nada desde que se ocupó de ella", apunta Salvador. "Me apenaría que no se diera más, pero no guardo rencor". Sus colaboradores se muestran más beligerantes. Mariluz Miranda, antigua responsable de la comunicación, dice: "Siento rabia por la incompetencia y la indolencia que el ministerio ha demostrado. El prestigio del premio se debe al esfuerzo de 25 años. Se responsabilizaron de él y tienen que asumirlo. Pueden reformularlo, pero no tienen por qué destruir algo que ha costado tanto crear".

El premio está vinculado a otra institución en vías de desaparición, el Museo del Traje. Allí se entregaron las tres últimas ediciones y se organizó, en 2005, una exposición por su 25º aniversario. Cuando el ministerio absorbió el reconocimiento, el museo pasó a ser su gestor. "Pero estábamos en medio y era muy poco operativo", relata Andrés Carretero, que fue hasta octubre de 2008 su director. A las complicaciones de agenda, se sumó la campaña electoral.

En todo caso, Carretero, hoy subdirector general de Museos de la Comunidad de Madrid, nunca vio claro que el premio pasara a manos institucionales: "Llevo 30 años en la Administración y sé que puede triturar un proyecto como éste. Pero, aunque haya asistido a la decadencia de otros premios, no imaginaba que pudiera suceder algo así: crear un premio y ni siquiera entregarlo".

Jesús del Pozo, segundo galardonado en la historia de la aguja y el primer español en obtenerla, en 1982, lamentaría su desaparición. "Significaría perder un gran activo. Si fuera una marca desprestigiada lo entendería, pero no lo es". Otros, en cambio, aplauden la dirección emprendida por César Antonio Molina. Entre ellos, Antonio Alvarado, otro veterano diseñador. "Siempre me pareció un galardón esnob. Ha mirado más hacia lo internacional que hacia la protección nacional. Alcanzó fama por los diseñadores extranjeros que venían a recogerlo y muchos eran los que María Rosa Salvador vendía en su tienda".

Entre los 28 que han recibido una aguja, hay 10 españoles. Algunos, como Montesinos o Verino, pertenecen a la misma asociación que Alvarado. La Asociación Creadores de Moda de España agrupa a 28 diseñadores (24 de los 55 que desfilan en la Cibeles Madrid Fashion Week, que empieza este jueves). Se trata del grueso de los candidatos que podrían optar a un hipotético Premio Nacional, si éste fuera finalmente creado con el mismo espíritu que los existentes en otras disciplinas.

"Creo que se precipitaron al asumir la aguja porque están inmersos en cambios con más futuro. Al crear un Centro Nacional de Moda parece lógico que haya un premio con otro cariz. La actuación de este ministro ha sido hasta ahora muy positiva y hay un clima de diálogo", juzga Alvarado. El diseñador ha asistido a tres reuniones con responsables ministeriales en un año.

Jesús del Pozo, Torretta, Modesto Lomba, Alma Aguilar, José Miró, César Antonio Molina, Alberto Ruiz-Gallardón, Ana Locking, Delfín y Alvarado, en la presentación en abril del Centro Nacional de Moda. A la derecha, la Aguja de Oro.
Jesús del Pozo, Torretta, Modesto Lomba, Alma Aguilar, José Miró, César Antonio Molina, Alberto Ruiz-Gallardón, Ana Locking, Delfín y Alvarado, en la presentación en abril del Centro Nacional de Moda. A la derecha, la Aguja de Oro.EFE
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