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Árbol cinealógico: 'Buried' (enterrado)

La película de Rodrigo Cortés arrasa en todo el mundo. Te descubrimos el histórico de las películas bajo tierra.

WARNER BROTHERS

Con Buried Rodrigo Cortes se ha convertido de golpe y porrazo en la nueva sensación mundial del cine en minúsculas (en un sentido puramente presupuestario) demostrando que es posible hacer tangible aquello tan publicitado de "menos es más". De hecho a Cortes le basta con una caja de madera y un móvil para construir una escalada de tensión que no recordaban en Hollywood desde sus años mozos. Esta semana buceamos en los entierros no-voluntarios, una tradición muy cinematográfica.

1) A Harry El Sucio (1971) le tocó sufrir el castigo de la claustrofóbica oscuridad forzada.. . bien, no a él sino a una de las victimas de su primer enemigo digno de llamarse como tal, el mítico Scorpio. Lamentablemente y aunque Harry le sacude de lo lindo al maniaco de turno, la pobre señorita muere asfixiada. Cosas de la justicia instantánea. Eso sí, Scorpio acaba la película criando malvas. Que menos.

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2) En el quinto episodio de esa obra de horror a dúo (escrita por Stephen King y dirigida por George A.Romero) llamada Creepshow (1982) también encontramos un ejemplo de entierro bastante original, cuando un señor despechado decide poner a un tipo a disfrutar de los encantos de la playa... de hecho lo entierra hasta el cuello y espera que suba la marea, un acto reprobable que acabará siendo fatal para enterrador (y enterrado). Los protagonistas del asunto son el malo Leslie Nielsen (quién lo iba a decir del comediante de Aterriza como puedas) y el pobre Ted Danson, mucho antes de Cheers.

3) En McQuade lobo solitario (1983) al bueno de Chuck Norris lo entierran vivito y coleando en su cochazo (menos trabajo que sacarlo de allí y enterrarlo solito) . Naturalmente a Chuck no le van a callar y no dejará que unas toneladas de arena y cemento le priven de cargarse a su enemigo (el archivillano interpretado por David Carradine) después de escaparse de su tumba con la ayuda de unos cuantos caballos que tiene en el motor. Desde ese día a nadie más se la ha ocurrido tratar de enterrar a Norris en su cochazo: es una idea pésima. De hecho intentar matar a Chuck Norris es -por definición- imposible. Solo Bruce Lee lo consiguió, y de eso ya hace una eternidad.

4) Sangre fácil (1984), de los hermanos Coen, también tenían su propio muerto en vida . Al estilo Romeo y Julieta, donde el fallecido no estaba del todo muerto y acababa en un agujero sin saber muy bien hacía donde debe cavar para salir de aquello. Los que no han visto la película agradecerán que no se les revelen más detalles, los demás ya saben como acaba el asunto. Probablemente pocos han empezado tan fuerte como los Coen. El resto es historia.

5) Con Secuestrada George Sluizer dirigió dos versiones de la misma historia (en 1988 y 1993) donde una chica con poca suerte es secuestrada y su novio persigue incansablemente al infractor. Lamentablemente éste acaba en el foso con muchos metros de tierra encima. Ahora viene el truco: en la versión holandesa el sufrido buscador acaba enterrado vivo. Punto. En la versión estadounidense el sufrido buscador acaba enterrado vivo... y la novia lo rescata. Todo un clásico de los finales felices.

6) Probablemente la película más desconocida del realizador Frank Darabont (Cadena perpetua, La milla verde) que en esta producción para televisión mete a un hombre en una caja que -afortunadamente- no es de pino (sino a ver quién era el guapo que se escapaba). En Buried alive (1990), Clint (Tim Matheson) es la víctima de un fraude de seguros que acaba con sus huesos bajo tierra. El tipo escapa, está enfadado y lo demás es obvio. Darabont ya demostraba que sabía que lo que se hacía y la claustrofobia de algunas escenas era notable.

7) En Tess y su guardaespaldas (1994) a la que le toca sufrir es a Shirley McLaine, la señora hace de exprimera dama con poca paciencia a quien le ponen un guardaespaldas (Nic Cage) que resulta ser menos paciente que ella. Como se puede suponer los dos hacen migas hasta que -como resultado de un complot- la McLaine (la Tess del título) acaba bajo tierra. A Nic no le gusta nada y hasta dispara a alguien en el pie. La McLaine acaba viva y el duo terremoto sigue sus aventuras sin más problemas.

8) Nicki Santoro (Joe Pesci) acaba en una fosa, sin caja ni nada (para ahorrarse problemas , se supone) al final de Casino (1995), cuando su incontinencia se ha convertido ya en un incordio para la propia mafia. Scorsese tiene además el detalle de obsequiarlo (a él y a su hermano) con una soberana paliza antes de mandarlo a tragar arena, por si acaso. A diferencia de Buried, el buen Pesci no tiene ni móvil, ni pistas ni nada de nada y sus posibilidades de sobrevivir son nulas. Eran otros tiempos, ya se sabe.

9) Quentin Tarantino también mando a su musa al cajón en la segunda entrega de Kill Bill (2004). La novia (Uma Thurman) se mete en una trampa y acaba en manos de Budd, el malvado hermano de Bill (interpretado por el fabuloso Michael Madsen) quien decide que lo mejor será darle el billete al otro lado enterrándola viva en medio de ninguna parte. Lo que Budd no sabe es que la novia tiene talentos ocultos y con una linterna y las manos desnudas es capaz de emular a Houdini en una versión algo más rústica.

10) El propio Tarantino estuvo en 2005 tras esa entrega de la serie CSI donde el oficial Nick Stokes acaba metido en una caja de cristal y sometido a todo tipo de torturas chinas. Ya se sabe, al director le gustan estas cosas. El doble episodio dirigido por el director arrasó en los ratings de todo el mundo y el enterrado fue finalmente rescatado sano y salvo... al fin y al cabo -no lo olvidemos- se trata de CSI.

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