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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Recital Bach de Antonio Baciero

La interpretación de la música del período barroco sigue siendo todavía motivo de polémica. Los problemas que esa literatura plantea al ejecutante, empezando por el de los instrumentos musicales a utilizar, seguirán siendo fuente de discusión mientras la sensibilidad y el temperamento de cada persona sean diferentes. Lo que no creo es que asistente alguno al concierto de Antonio Baciero ponga en duda, una vez admitido el piano como instrumento capaz para interpretar la música de teclado de Bach, es que ese Bach, en el piano, no puede tocarse mejor.La presentación de Antonio Baciero en Viena, hace quince años con las seis Partitas de Juan Sebastián Bach, marcó el inicio de su carrera internacional como concertista. Desde entonces, en recitales, conciertos y grabaciones, en medio de sus importantes tareas musicológicas, Baciero ha tenido siempre como timbre de gloria su especialmente puro, perfecto Bach.

J

S BachSuite inglesa n.º 1 en la mayor. Suite Francesa n.º 5, en sol mayor. Seis pequeños preludios BWV 933-938 Suite Inglesa n.º 5, en mi menor. Antonio Baciero, piano. Sala Fénix de Madrid.

El programa presentado en Cantar y Tañer era ya de por sí enormemente complejo y arriesgado para una sola sesión: dos «suites» inglesas, una «suite» francesa y seis pequeños preludios. Baciero lo fue desgranando con musicalidad y precisión increíbles. Ni una duda, ni un fallo. Exacta la dinámica, elegante el fraseo, el Bach de Baciero tiene además esa intensidad expresiva y esa concentración que sólo un gran artista puede conseguir. El estilo es el ideal, y, se comprende sea así en quien ha llegado a él tras un minucioso y prolongado estudio de las mejores músicas para el teclado, contemporáneas a Bach y anteriores a él.

Así lo comprendió el público que gusta de Bach en el piano y el que hubo de ser convencido de que una realización de esta categoría, en un Steinway moderno, rebasa con mucho las obtenidas en címbalos y clavicordios para los que fueron escritas y, sobre todo, están más cerca de la sensibilidad actual. Esos pianíssimos, esa forma de cantar con la mano izquierda del pianista burgalés dejan con la boca abierta al más avezado.

Ante los prolongados aplausos, Baciero añadió a su programa la courante de la 5.ª Partita y la zarabanda de la Suite Inglesa n.º 6, rematando la admirable actuación con un tiento de Antonio de Cabezón, aquel que glosa la canción de Ockeghem Malheur me bat, en el que consiguió el más difícil todavía de emocionar al auditorio tocando al piano una música del siglo XVI.

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