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Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Actricesy princesas

Crímenes del corazón, dirigida por Bruce Beresford, es un melodrama al que se ha dado un tratamiento de cuento de hadas. Eso hace que la película pase, como sus protagonistas, de las lágrimas a las risas con gran facilidad. Para lograr este resultado, Bruce Beresford ha recubierto el producto con un espeso pero transparente baño de almíbar de manera que todas las rugosidades desaparezcan bajo una satinada, brillante y tersa capa de caramelo.Sin embargo, si el espectador no se conforma con la apariencia y se atreve a morder con fuerza, descubrirá otros gustos, ácidos y amargos, al tiempo que algunas partes insípidas.

Diane Keaton, Sissy Spacek y Jessica Lange son las tres hermanitas del cuento. No son chicas virtuosas, al menos dos de ellas, y ése es su atractivo. Son un divertido cruce entre princesas y brujas, empeñadas las tres -espléndidas- actrices enjugar con su imagen y su cuerpo, renunciando al glamour y sus pompas a cambio de una humanidad pueblerina.

Crímenes del corazón

Director: Bruce- Beresford.Intérpretes-. Diane Keaton, Jessica Lange, Sissy Spacek, Sam Shepard, Tess Harper, Hurd Hat5eld, David Carpenter Guión: Beth Hendley. Fotografia: Dante Spinotti. Música: Georges Delerue. Estadounidense, título original: Crimes of the heart. Estreno en Madrid en cines Amaya y Tívoli.

Primitivismo hortera

Así, Jessica Lange no sólo lleva el pelo mal decolorado y se pasa toda la función con la misma ropa siniestra, sino que además cultiva una especie de primitivismo hortera que se hace patético -al menos eso es lo que se pretende- cuando ella descubre su cojo, miope y desdentado Sam Shepárd que las últimas navidades las celebró encerrada en un psiquiátrico.Diane Keaton exagera sus arrugas y se pasa casi todo el filme quejándose, mientras que Sissy Spacek embarca su figura de adolescente cándida en un intento de asesinato y la iniciación sexual de un menor.

Sin duda, Bruce Beresford es un director elegante que además sabe potenciar el trabajo de sus intérpretes. Con Tender Piercies le proporcionó un óscar por su interpretación a Robert Duvall, con su aún australiana Breaker Morant nos dio a conocer a actores después incorporados con éxito al cine americano.

Ahora, ha vuelto a conseguir que algunas de sus heroínas sea nominadas por la academia hollywodense. Lo cierto es que su trabajo las ayuda a escapar del psicologismo que destila la obra de teatro original y potencia el lado de humor negro y de extrañeza de la historia, solucionando magníficamente los intentos de suicidio de Sissy Spacek o la agonía no consumada de su marido.

Director, actrices y técnicos están, en definitiva, muy por encima del material con el que se cometen esos Crímenes del corazón.

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