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La controversia sobre el montaje de Els Joglars

La representación de 'Teledeum' divide a la ciudad de Burgos en una polémica política y religiosa

La obra será puesta en escena en el polideportivo de un centro escolar

En medio de una gran polémica, y pese a las dificultades de última hora para llevarse a cabo, hoy tendrá lugar en Burgos la anunciada representación de la obra Teledeum, de Els Joglars, que programa la Junta de Castilla y León dentro de Estival-84. La nota del arzobispado, contraria a la representación, y la posterior cancelación del contrato por parte de la empresa del teatro donde inicialmente debía realizarse la función no han supuesto, al parecer, obstáculo para la venta de entradas a este espectáculo, que ha sembrado en la ciudad una polémica a medio camino entre lo religioso y lo político.

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Los improbables beneficiarios de la campaña

La representación de Teledeum parece haber convulsionado a la ciudad. Todos los informativos de radio locales, así como la Prensa, dedicaban ayer atención preferente á las vicisitudes de esta representación, incluyendo comentarios, opiniones y mesas redondas de personalidades de la vida local y ciudadanos que se manifestaban en pro o en contra de la misma.El miedo a que pueda ocurrir algo parece estar latente a juzgar por los comentarios de la gente, que parece tener presente lo ocurrido recientemente en Gijón, donde se tiraron unas botellas contra el escenario, que en un principio se pensó que eran cócteles molotov. Pese a los rumores de que algo así pudiese producirse en Burgos, la opinión del delegado territorial de Cultura de la Junta es tranquilizadora, en el sentido de que cree que imperará la cordura. No obstante, y por si se presentase algún problema de orden público, la organización ha montado un servicio de orden y el propio gobernador civil ha señalado que se tomarán medidas especiales.

A pesar de la campaña en contra, o tal vez por ella, el hecho es que las aproximadamente 1.700 localidades con que cuenta el polideportivo del instituto López de Mendoza, donde finalmente se llevará cabo la representación, a las 22.30 horas, están prácticamente agotadas. Días antes de la actuación numeroso público había adquirido ya las entradas en el cine Avenida, donde inicialmente iba a tener lugar el espectáculo.

Para poder llevar a cabo la representación, la Junta ha tenido que desplazar desde Valladolid una plataforma para el escenario y 1.000 sillas. En la actuación estarán presentes todos los delegados territoriales de Cultura de la Junta y la ex concejala de Cultura del Ayuntamiento de Segovia, que presentó su dimisión por problemas ocasionados dentro del partido a raíz de la polémica suscitada en Segovia por la actuación de Els Joglars. Estas comparecencias no tienen ningún carácter político, según Juan González Posada, director general de Promoción Cultural de la Junta, sino que son en apoyo a la libertad de expresión.

Posturas encontradas

Para González Posada, en las polémicas surgidas en Burgos y Salamanca en torno al Teledeum hay un manejo político "y se ha utilizado el montaje y la postura de la Iglesia para crear un cierto malestar contra la Junta". Tras la nota del arzobispado de Burgos advirtiendo a los católicos que debían abstenerse de asistir a la representación por ser "una gravísima ofensa a los misterios más queridos de nuestra fe", el alcalde Muñoz Guillén y el presidente de la Comisión de Cultura de dicho organismo, Enrique del Diego, señalaron que el espectáculo "constituye un intento de desprestigiar la religión católica y sus símbolos más sagrados", apuntando que sus conceptos de cultura en este caso "no son coincidentes". "Nosotros", dicen, "nunca apoyaremos ninguna manifestación que atente contra la dignidad de las personas y mucho menos de la Iglesia católica, de la que somos hijos y miembros activos".

La izquierda burgalesa también ha hecho oír su opinión sobre el tema y ha condenado lo que considera una campaña contra la libertad de expresión. Diversos partidos, PSOE, PCE, MC, y sindicatos, UGT, CC OO, USO y JOC, han hecho público un comunicado en el que señalan que "no pueden permanecer impasibles ante este atentado a la libertad de expresión por más que provenga de muy acreditados grupos de presión que tras siete años de vida democrática es evidente que se niegan siquiera a amoldarse a una situación de convivencia normalizada".

Algunos intelectuales y artistas han expresado también su contrariedad por la campaña suscitada contra el espectáculo. Así Luis Martín Santos, catedrático durante 25 años en el Instituto Femenino y hoy profesor de Sociología en la Complutense de Madrid, señaló que "la gente está empezando a perder los nervios y poniéndose agresivos y lo que hay que hacer es respetar la ideología de cada cual y que éste elija entre otras cosas sus espectáculos y las funciones religiosas que él quiera". También el pintor burgalés Luis Sáenz apuntaba que la situación planteada es "la constatación una vez más de que esta ciudad es muy reaccionaria y que lo que haría falta es que cada uno se ocupara de sus propios problemas y dejara que cada cual admitiera o rechazara lo que personalmente le gusta o no".

La polémica ha venido acompañando al Teledeum de Els Joglars prácticamente desde su estreno en Alicante, a finales del pasado año.

Tras esta representación, y ya en Barcelona, empezaron los problemas, las noticias en la Prensa y finalmente, según Albert Boadella, creador del grupo, "la homilía del cardenal Jubany y las posteriores amenazas de bomba en el teatro". La reacción de la Iglesia contra el espectáculo siguió en Segovia y posteriormente en Madrid, "se produjeron constantes amenazas contra el teatro y el apuñalamiento de uno de los actores, lo que hizo que se suspendiese el espectáculo durante un mes".

Actitud equívoca

La polémica obra trata en síntesis de un ensayo para televisión de una concelebración eucarística entre representantes de distintas religiones y países. Hay un miembro de la Iglesia católica, otro de la anglicana, de los Testigos de Jehová, etcétera. Los problemas técnicos que van surgiendo en el ensayo televisivo hacen que los miembros de las distintas iglesias y países comiencen a tener roces y se produzcan situaciones tensas y cómicas.Para Albert Boadella, la actitud de la Iglesia católica contra este espectáculo es equivocada por cuanto la obra no es un ataque a la Iglesia, sino una obra que viene a demostrar que los colectivos religiosos tienen las mismas debilidades humanas que cualquier otro colectivo.

En cuanto a la virulencia de algunos de los ataques recibidos por el grupo, Boadella piensa que "la persecución de unos pobres comediantes es desproporcionada. Estos sectores tendrían otras muchas cosas que condenar antes, como los misiles, por ejemplo".

Por otra parte, el anuncio de que esta obra será representada en el quinto festival de teatro de Logroño, que se celebrará en septiembre, organizado por el ayuntamiento de la ciudad, ha desatado la protesta de Francisco Álvarez Martínez, obispo de Calahorra y Logroño, que ha calificado Teledeum como un "escarnio patrocinado contra la religión" en carta enviada al alcalde de la ciudad Manuel Sainz, del PSR-PSOE, informa el corresponsal de EL PAIS en Logroño.

El obispo afirma que "el sentir de una gran mayoría de riojanos, no responde a esta frívola bufonada". Manuel Sainz, alcalde de Logroño, ha manifestado su intención de no entrar en polémica, aunque agradece al obispo que le haya comunicado su opinión sobre la representación de Teledeum.

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