Barcelona y Cataluña acuerdan un 'pacto cultural'
Fue el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, el que utilizó la expresión pacto cultural para referirse al acuerdo entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona para la puesta en funcionamiento de tres museos -todos ellos fruto de la unificación de pequeños equipamientos- y de un nuevo centro de arte. Lo dijo desafiante: "¿Acaso esto no es un pacto cultural?, el símbolo de que Cataluña y Barcelona quieren caminar juntas, algo que no siempre se ha entendido". El famoso pacto lo intentó el entonces consejero Joan Rigol en 1985, en pleno apogeo de Convergència i Unió, pero fracasó hasta el punto de que las iniciativas de las dos administraciones en la capital catalana no sólo no se coordinaban, sino que competían. Lo cierto es que poco a poco los grandes equipamientos se fueron convirtiendo en consorcios -Liceo, Auditorio, MNAC, Lliure...-, pero quedaban bastantes flecos y nunca se había vuelto a oficializar esta voluntad común. Sucedió ayer.
Diseño y ciencias
El escenario fue el Museo de Zoología, cuyas colecciones, junto a las del de Geología, se trasladarán en los próximos años al Edificio Fórum. Para la adaptación museística de la primera planta del triángulo azul de Herzog y De Meuron el municipio tiene previsto invertir 8,8 millones de euros con la idea de que pueda inaugurarse a finales de 2010. Para su funcionamiento se creará un consorcio en el que estarán a partes iguales las dos instituciones, que asumirán los gastos de manera paritaria.
Lo mismo sucederá en el Disseny Hub Barcelona, el nuevo centro del diseño y la arquitectura que en las próximas semanas empezará a construirse en la plaza de las Glorias según diseño de Oriol Bohigas. También hay similar acuerdo para el nuevo centro de arte de Barcelona, dedicado a la creación más emergente, que se ubicará en un viejo canódromo -una joya racionalista- que se reforma (3,5 millones de euros) gracias al plan Zapatero para los municipios.
El último acuerdo es el más vago y polémico. El Departamento de Cultura -que, al contrario que en Madrid, reclama más presupuesto y atención por parte del Gobierno autónomo- prevé unificar las colecciones de Arqueología, Historia y Etnología en un proyecto nuevo aún por definir que debería explicar la sociedad catalana. El Ayuntamiento de Barcelona sólo se compromete a buscar un solar para edificar el nuevo centro.