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Reportaje:

Buñuel y su Hamlet

Emma Cohen, Àlex Rigola y otros directores imaginan cómo montar la única obra de teatro del cineasta al que la Expo de Zaragoza dedica un amplio ciclo estos días

La Expo Zaragoza 2008 inicia su Ciclo Buñuel (desde hoy y hasta el día 21) en el que se analizará y profundizará en la obra y vida del universal cineasta desde diversos ángulos.

Quizá lo más novedoso sea el encargo que la Expo ha hecho a cuatro directores de escena españoles (Emma Cohen, Àlex Rigola, Mercedes Lezcano y Alberto Castrillo) pidiéndoles que presenten un proyecto, a medio camino entre lectura dramatizada y exposición de intenciones, de cómo montarían Hamlet, una disparatada, pequeña y surrealista pieza de teatro que el cineasta aragonés (del que se celebran los 25 años de su muerte) escribió junto a Pepín Bello, otro genial personaje de la generación del 27.

El texto sólo se ha representado en dos ocasiones. Una algo después de ser escrito en 1927 en el Café Select de París y otra el pasado 13 de mayo en Huesca bajo la dirección de Lola Baldrich, quien planteó una inteligente puesta en escena en la que la primera parte era un paseo por la generación de los autores y la vida de Pepín Bello y la segunda por la irreverente, surrealista y desternillante pieza teatral de la que Bello decía que era imposible poner en pie.

Hamlet, anticipo del Buñuel cineasta

Manuel López Villegas, uno de los mayores expertos en la obra buñueliana, afirma que Hamlet es un perfecto anticipo de lo que será la futura producción cinematográfica de Buñuel: "Salvando, claro está, las diferencias entre el cine y el teatro. La obra está llena de imágenes que reaparecerán a lo largo de los años en su cine: desde Un chien andalou hasta El discreto encanto de la burguesía".

En la Semana Buñuel también se verán aportaciones cinematográficas de jóvenes realizadores a los que la obra del cineasta de Calanda ha inspirado de manera especial. "No es un homenaje obligado por las circunstancias. La presencia de Buñuel es natural en un evento internacional que se desarrolla en la tierra que lo vio nacer y que él plasma como nadie en sus mejores películas", señala Francisco Ortega, responsable de las actividades escénicas de la Expo

El Hamlet de Buñuel y Bello, en contra de lo que se dice, no contó con la intervención de Federico García Lorca en su primera representación parisina, aunque sí con Buñuel, que encarnó uno de los personajes. Eso no quita que en el texto los autores se mofen de Lorca y de otros como Rubén Darío, Dalí e incluso de ellos mismos.

También en el Hamlet que puso en pie Baldrich el pasado 13 de mayo (el día que Bello hubiera cumplido 104 años) estaba Buñuel pululando por el escenario. La directora y actriz descubrió el texto tras conocer el libro La desesperación del té (27 veces Pepín Bello), (Editorial Pretextos), de José Antonio Martín Otín, una especie de ensayo novelado de las conversaciones que el autor tuvo con Bello en los últimos años y en las que se abre a los personajes no canónicos de la generación del 27 y otros individuos excepcionales que se cruzaron en la vida de este superviviente que falleció el pasado 11 de enero con 103 años.

Este texto es el único conocido de teatro tanto de Buñuel como de Bello y se ha podido conservar gracias a la recopilación que Agustín Muñoz Alonso hizo de textos de teatro de vanguardia. Aunque también Bello escribió otro con Alberti, El pobre, que se representó con el grupo el Mirlo Blanco en casa de los Baroja y que hoy está perdido, como cuenta Martín Otín en su excepcional y sorprendente libro. Fue precisamente Martín Otín quien prometió a Bello, cuando leyó Hamlet, que haría lo que fuera para que esta obra se pusiera en pie, a lo que Bello contestó : "¡Cómo se va a representar si es una gamberrada, una insensatez!".

Algo de acuerdo con esta afirmación está Álex Rigola, quien se ha tomado en serio su propuesta de Hamlet y le ha echado tiempo y esfuerzo, además de los medios que le proporciona ser director del prestigiado Teatre Lliure de Barcelona. "La verdad es que nunca montaría este texto, porque desde el punto de vista dramatúrgico es malillo", afirma de esta obra de la que ha planteado una lectura espectáculo muy dramatizada y en la que los actores se saben incluso el texto de memoria. "Respira tanto el espíritu de Buñuel que no sé si les va a gustar; eso sí, recomendaría que menores no entraran", comenta el muchas veces provocador director quien se siente divertido con el hecho de en la obra se mofan de mucha gente contemporánea de los autores.

Cohen regresa a los años veinte

Por su parte la actriz, directora y escritora Emma Cohen se ha adentrado en la época en que se escribió la obra para su propuesta: "Me he remontado hasta el año 23 en el que en la revista Alfar lanza un manifiesto bajo el nombre de Tragedias inadvertidas como temas de un teatro novísimo y en el que se reivindica la autonomía de los objetos y su derecho a ser protagonistas de su propia realidad", señala esta profesional quien recuerda que en esa época un sector de creadores estaban volcados en la composición de poemas y textos que evidenciaban la influencia de diversas tendencias vanguardistas, "desde Gómez de la Serna hasta el surrealismo, sin olvidar aquella parodia del Tenorio que hicieron en el año 26, llena de humor, transgresión y porovocación". Cohen sostienen que el Hamlet de Buñuel y Bello, recoge aquellas inquietudes y tendencias: "De hecho remite al primer teatro de Gómez de la Serna, incluso a ciertas piezas dadaistas y a un caballero llamado Apollinaire y una obra llamada Les mamelles de Tiresias", dice de esta obra considerada surrealista pura.

La directora ha propuesto una puesta en escena muy visual marcada por las doce ubicaciones en las que acontecen los sucesos. "He manejado una docena de collages, que corresponden a esos espacios y he hecho un casting imposible, puesto que esto sólo es un proyecto y no tengo cortapisas económicas, así que en mi deseado Hamlet trabajan para mí Samuel Beckett, Rembrandt, Lorca, Dalí, Frida Kahlo?", dice Cohen quien sostiene que del Hamlet shakespeariano sólo queda el nombre y una frase: "Haber o tener, la podredumbre es esa", aunque defiende que en el texto hay unas descripciones de los paisajes maravillosas y una ruptura de espacio y tiempo deslumbrante.

El ciclo Buñuel

El ciclo Buñuel que se desarrollará hasta el 22 de junio dentro de lo que se ha venido a denominar Balcón de las Artes Escénicas (y en tres franjas horarias distintas). Las miradas sobre Hamlet de estos cuatro directores se harán cada día a las cinco de la tarde (el 19 Emma Cohen, el 20 Àlex Rigola, el 21 Alberto Castrillo y el 22 Mercedes Lezcano). Hoy también se presentará el proyecto teatral que el director Joan Ollé estrenara el 19 de agosto con El Ángel Exterminador. También por las tardes (a las 19,15) habrá debates, coordinados por Gaizka Urresti, estudioso de la obra de Buñuel y cineasta. En el primero de estos debates intervendrá Joan Ollé, director de escena que prepara para la Expo la versión teatral de El Ángel Exterminador (se estrena el 19 de agosto) y otros profesionales como Jean Claude Carriére, guionista de 6 películas de Buñuel; la actriz Silvia Pinal, que trabajó con Buñuel en Viridiana y su hijo Juan Luis.

También estos cuatro días (a las 21.00) se realizan proyecciones en torno a la figura y el universo de Buñuel y donde se presentarán cortos del propio Buñuel, su hijo, Mercedes Gaspar, Luis Eduardo Aute, Emilio Casanova, Clemente Calvo, Yago de Mateo, Javier Estella, Daniel Cubillo. Además, el día 22 se presentará el espectáculo multidisciplinar Ahora sí que muero, bailado y coreografiado por Ingrid Magrinyá y con el actor Pedro Rebollo.

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