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Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Fumanchú, en la 'disco'

Kurt Russell, actor habitual en los filmes de Carpenter, es un hombre cuyo físico le hace parecer uno de esos camioneros guaperas que en los comics son el sueño masculino de todas las ninfómanas. En Golpe en la pequeña China interpreta a un camionero.John Carpenter es un cineasta con un estilo narrativo dlaro y directo, buen heredero de la manera de los clásicos Hawks, Ford o Walsh, y es, por consiguiente, un hombre muy dotado para fabricar cintas de acción. Golpe en la pequeña China es eso, lo que los americanos llaman una action movie.

Tal y como su título indica, la acción del filme transcurre en el barrio chino de una gran ciudad norteamericana, en un universo en el que reinan otras normas y tradiciones, en el que hay un tipo de delincuencia distinta, en el que las artes marciales no son un secreto para sus habitantes. En Golpe en la pequeña China Carpenter retorna esa mitología china, repleta de humanos con poderes excepcionales, y se sirve de los códigos del cine made in Hong-Kong, incluida la utilización del color como elemento con el que diferenciar visualmente las bandas rivales.

Golpe en la pequeña China

Director: John Carpenter. Intérpretes: Kurt Russell, Dennis Dun, Kim Cattrall, Víctor-Wong, Kate Burton, James Hong. Guión: W. D. Richter. Fotografía: Dean Cundey. Efectos visuales: Joe Unsinn. Decorados: John Lloyd. Música: John Carpedter y Alan Howarth. Estados Unidos, 1986. Título original: Big trouble in Little China. Estreno en Madrid: cines Capitol, Candilejas, Carlton, Europa, Luchana, Urquijo y La Vaguada.

El tópico quiere que los chinos sean amantes de las sociedades secretas. En Golpe en la pequeña China existe una ciudad debajo de la ciudad, un laberinto de calles y trampas que nada tiene que ver con la superficie, un espacio mágico y oriental con sus toques tecnológicos.

Fumanchú, como genio del mal, oficiaba en una suerte de templo. Lo Pan (James Hong), el malo de la función, también es el supremo sacerdote de un templo, sólo que en 1986 los ritos y los decorados tienen más que ver con una disco y El Molino que con alguna dinastía imperial.

Dicho todo esto, creo que queda suficientemente claro qué tipo de película es Golpe en la pequeña China. Es un producto que no engaña, en el que todo está visto desde un prisma humorístico -el título, una vez más, ya nos lo indica- y en el que se dan la mano el cine de género y el comic. En realidad, lo único que sorprende o, mejor dicho, no cuadra en un producto tan lógica y coherentemente realizado es el lujo de su acabado y la preponderancia de los efectos especiales.

Golpe en la pequeña China es una película de serie B rodada con los medios de una superproducción, y el mencionado protagonismo de los efectos especiales -según la publicidad, debidos a Richard Edlund; según el pressboock, a Joe Unsinn, aunque el resultado visual nos inclina a darle la razón a los anuncios- también desentona porque acaba por querer dar seriedad a lo que no la necesita, al menos en los términos de exigencia de verosimilitud en que se plantea la intervención de esos magos de las imágenes imposibles.

Para el bien de la película, el rey de los efectos especiales debería ser Lo Pan, y no Edlund o Unsinn, pero Carpenter es víctima de ese fenómeno por el que a la regresión de las películas de guerras galácticas le corresponde una extensión de sus trucos y efectos al resto de la producción, ya sean comedias, cintas policíacas o cuentos chinos.

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