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Los arquitectos premian edificios de César Portela y Manuel de las Casas

Distinciones para la estación de autobuses de Córdoba y un centro universitario coruñés

Los arquitectos César Portela, de 61 años, y Manuel de las Casas, de 59 años, reciben hoy en Madrid el reconocimiento de sus compañeros a la calidad estética y constructiva de sus últimos edificios. El Premio de Arquitectura Española 1999 distingue a la estación de autobuses de Córdoba, de Portela, y el centro universitario de Ciencias de la Salud de A Coruña, de De las Casas. Los dos edificios públicos completan una trayectoria profesional que, en cada caso, busca un "mestizaje de tipologías" y un "ensimismamiento para que cada obra hable por sí misma".

Cada dos años, el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, que agrupa a los profesionales, entrega el Premio de Arquitectura Española que reconoce la calidad estética y constructiva de un edificio actual, su implantación en el medio urbano y su modernidad conceptual para el uso al que se destina. El galardón de este año se entrega a las 13.30 de hoy en el palacio de Zurbano, de Madrid (Zurbano, 7), en un acto presidido por el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado. El reconocimiento se extiende a los autores del proyecto, los promotores y los constructores.El jurado, presidido por Jaime Duró, presidente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, estuvo formado por Gerardo Mingo, subdirector de Arquitectura del Ministerio de Fomento, y los arquitectos Alberto Humanes (por parte del Ministerio de Educación y Cultura), José Antonio Corrales y Manuel Gallego.

Rigor y calidad

Los edificios premiados, por unanimidad, han sido la estación de autobuses de Córdoba, de César Portela (Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Córdoba, Constructora San José), por "su rigor compositivo, monumentalidad y belleza y por la integración del conjunto en un todo unitario donde se conjuga el dinamismo propio de los edificios de transporte estáticos y serenos que recuperan la estación como lugar de espera", y el centro universitario de Ciencias de la Salud de A Coruña, de Manuel de las Casas (Xunta de Galicia, Ferrovial-Agromán), por "la calidad arquitectónica de la obra en sí misma y por el acierto de su integración en el edificio antiguo y en un entorno difícil, convirtiendo el conjunto en una magnífica obra arquitectónica".El jurado otorgó una mención especial al nuevo seminario diocesano de Sevilla, de José Antonio Carbajal Navarro, y a sus promotores, la Junta de Andalucía y el Arzobispado de Sevilla.

César Portela declaró ayer su satisfacción por el premio y, sobre todo, por la aceptación entre los usuarios de la estación de Córdoba, con capacidad para 40 dársenas de autobuses y una ocupación de seis millones de viajeros al año. Está situada cerca de la del AVE.

"La estación tenía unos requerimientos funcionales muy precisos y en un espacio público difícil", declaró ayer. El corazón de la estación es un gran patio andaluz, fresco y lleno de vegetación. "Es una obra muy personal en el entendimiento de la arquitectura, que tiene que estar cerca de la cultura del pueblo. Mis orígenes son lugares de lluvia y brumas y, sin embargo, he podido proyectar un edificio sensual. El perímetro de la parcela, de unos 110 metros de lado, es un muro de límite contextual que marca un exterior duro, seco y austero y un interior más cálido y sensual. Es el juego de la arquitectura árabe y andaluza, con la riqueza interior y la austeridad en el exterior". La estación incorpora los restos romanos y árabes que aparecieron durante las obras.

Portela dice que en cada proyecto acumula experiencias, pero se lo plantea como si fuera el primero. Entre sus últimas realizaciones figuran una escuela de bellas artes en Ciudad Bolívar (Venezuela), un puente de madera sobre el río Azuma en Japón, el faro de Punta Nariga, cerca de A Coruña, y el actual cementerio de Finisterre. "Estas experiencias, desde el espíritu sensual andaluz a los jardines zen, forman un mestizaje que enriquece la arquitectura". Es también director de la presente edición de la Bienal de Arquitectura Española, "tan buena como la mejor que se hace en el mundo".

Manuel de las Casas participó en el concurso de ideas para la ampliación del Museo Nacional Reina Sofía, fallado el miércoles en favor del arquitecto francés Jean Nouvel, pero ayer no pudo conocer las propuestas de los otros 11 compañeros. La exposición pública de los proyectos y sus autores se abrirá el 3 de diciembre y permanecerá hasta el 15 de febrero. En enero se publicará un catálogo con la memoria y planos de los trabajos.

Autor del pabellón de Castilla-La Mancha de la Expo 92, el auditorio de Pontevedra, la Fundación Rey Alfonso Enríquez de Zamora y el Museo Victorio Macho de Toledo, realiza en su edificio de A Coruña un acuerdo entre la pieza racionalista de los años veinte del coruñés Pedro Mariño, con decoración externa modernista, con su nueva pieza de hormigón. "Se ha hecho una rehabilitación cuidadosa del edificio histórico y se ha añadido una pieza con un lenguaje muy abstracto, resuelta con hormigón prefabricado, donde se han instalado grandes aulas y espacios comunes", declaró ayer.

De las Casas entiende la arquitectura como "una respuesta funcional muy estricta", y en sus proyectos predomina el cuidado de los aspectos constructivos, el lugar como referencia y el lenguaje utilizado. "La abstracción es el único lenguaje posible en el siglo XX. Proyecto edificios ensimismados, que hablan por sí mismos, sin referencias históricas o actuales, ni siquiera racionalistas o del estilo internacional".

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