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La exhibición pública del "Guernica" coincide hoy con el centenario de Pablo Picasso

La exposición Guernica-legado Picasso, que incluye el polémico cuadro recuperado para España tras 44 años de exilio y 63 bocetos preparatorios y posteriores, fue inaugurada ayer oficialmente por el ministro de Cultura, Iñigo Cavero, en presencia de varios miembros del Gobierno, altos cargos parlamentarlos, presidentes de partidos políticos, representaciones diplomáticas y culturales y personas ligadas a la vida y a la obra de Pablo Picasso. A partir de hoy quedará abierta la entrada al público en el Casón del Buen Retiro, de Madrid, y al menos durante esta primera semana la visita al Guernica será gratuita.Diez años después de que se celebrara el 90º aniversario del nacimiento del llamado por algunos pintor rojo, las circunstancias en las que se celebra el centenario han variado, al menos formalmente. Las prohibiciones entonces de actos culturales en homenaje a Picasso, las detenciones e incluso la persecución de las obras del artista han sido sustituidas diez años después por el retorno del Guernica y por actos y exposiciones oficiales en memoria de Picasso. Por otra parte, la pintura de Picasso ha cobrado actualidad tanto en manos de los niños (como es el caso de Caltojar, pueblo de Soria) como en las pancartas de manifestaciones anti-OTAN, como ha sucedido recientemente en Córdoba y Madrid.

Para establecer el primer contacto oficial con el cuadro acudieron ayer miembros del Gobierno, además del ministro de Cultura, tales como Matías Rodríguez Inciarte, ministro de la Presidencia; Alberto Ollart, ministro de Defensa, y Juan Antonio Ortega y Díaz-Ambrona, ministro de Educación. Además estuvieron presentes en la inauguración oficial los presidentes del Congreso y del Senado, Landelino Lavilla y Cecilio Valverde, respectivamente, y los de los partidos políticos UCD, Agustín Rodríguez Sahagún; presidente de honor del PSOE y alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván; presidenta de honor del PCE, Dolores Ibárruri, y presidente de Alianza Popular, Manuel Fraga. A pesar de estas representaciones oficiales, fue escasa la presencia de fuerzas progresistas y de izquierda.

Ante los representantes de la Administración, de las instituciones políticas y culturales y ante personas de especial significación por su conexión con la vida y la obra de Picasso, tales como su hija Paloma Picasso, el albacea y abogado de la familia de Picasso, Roland Dumas; el arquitecto Josep Lluis Sert, que diseñó el pabellón español de la Exposición de París de 1937, donde se expuso por primera vez el Guernica; de Josep Renau, último director de Bellas Artes de la República, y del director del MOMA, Richard Oldenburg, el ministro de Cultura pronunció un discurso en el que destacó que el acto encerraba un profundo significado humano, cultural y político.

«Hoy», dijo el ministro, «rendimos un homenaje de admiración y gratitud a Pablo Picasso, uno de los españoles más geniales de nuestra fecunda historia artística, a un español que se asoció a un pueblo en el afán de encontrar un sistema de libertades y que creó un clima tendente al restablecimiento de nuestra democracia».

Paloma Picasso, satisfecha

Iñigo Cavero pretendió extraer como mensaje «de esta excepcional ocasión la exigencia de que sepamos construir una España culta y tolerante, sin más exilios, en la que la inteligencia sea reconocida por sí misma y no haga falta celebrar regresos. El Guern¡ca», añadió, «es un grito contra la violencia, contra la barbarie, contra los horrores bélicos, contra la negación civil que supone el enfrentamiento armado. Que nadie interprete esta obra como bandera de ningún sector. El Guernica queda desde ahora como patrimonio de toda la comunidad española».

Tras hacer una referencia al rey Juan Carlos, «cuya iluminada y certera actuación no sólo ha contribuido a las gestiones de obtención del cuadro, sino que ha impulsado el advenimiento y garantizado el régimen democrático y de libertades que Pablo Picasso tanto deseó», el ministro de Cultura terminó diciendo: «Cuantos españoles han luchado y conseguido una España democrática, pueden sentirse protagonistas del logro de asentar aquí definitivamente a este polémico pero extraordinario cuadro».

Paloma Picasso, hija de Pablo Picasso y Françoise Gilot, se encontraba satisfecha de ver el cuadro instalado en España y, concretamente, en el Casón del Buen Retiro. «No importa tanto el montaje de seguridad sino que el cuadro pueda ser accesible, Como quería Picasso, a la mayoría de los españoles». A pesar de que el Ministerio de Cultura había invitado para esta inauguración oficial a todos los familiares de Picasso, tan sólo Paloma ha podido o ha querido venir. «He querido tener un gesto de elegancia», explicó Paloma Picasso. «Me parece un momento muy importante para España y quería unirme a él».

Para Paloma Picasso, el Guernica es «como para la mayoría de las personas que lo ven, un símbolo del respeto a las libertades y en contra de las atrocidades de la guerra. Aunque a los españoles les toca la suerte de tenerlo, la obra es patrimonio de todo el mundo. Creo que mi padre quería que la gente encontrara en el Guernica las respuestas, o mejor, las preguntas que cada uno puede hacerse delante de él».

Paloma Picasso manifestó su conformidad con el hecho de que el Guernica se hubiera instalado en Madrid y admitió que la instalación estaba mejor pensada y ejecutada que en Nueva York. «Aquí hay más espacio que en el MOMA y se ve mejor». La hija del pintor no quiso enjuiciar la actitud del resto de la familia Picasso al no haber acudido a la inauguración, pero apuntó que posiblemente esta negativa se derive del hecho de que la Administración española no comunicó a los herederos la fecha del traslado.

La hija de Picasso cree, ante la posibilidad de que el Guernica corra peligro en España porque todavía no se haya consolidado el sistema democrático, que siempre podrán ejercer los herederos el derecho moral ante cualquier intento de cerrar el cuadro al público. «Es cierto », dijo, « que la democracia en España todavía es frágil, pero creo que la fuerza del Guernica está ahora por encima de la política».

Paloma Picasso, que vive ahora de la herencia de su padre y de una joyería que posee en Nueva York, añadió que, aunque mucha gente ha hecho carrera escribiendo sobre la vida de su padre, ella no escribirá ningún libro sobre Picasso porque su padre es algo muy personal.

La opinión generalizada de artistas, expertos y críticos sobre la instalación del Guernica es, hasta ahora, favorable, a pesar de que todos lamentan que haya sido necesaria la urna de protección, puesto que a simple vista llega a tener más protagonismo la urna que el propio cuadro. José Luis Sert, uno de los arquitectos que construyó el pabellón español para la exposición de París de 1937, donde fue colocado el Guernica por primera vez, ha quedado satisfecho de la colocación. «De alguna manera, se ha conservado el espíritu de la primera colocación en el pabellón español». En parecidos términos se manifestaba Josep Renau, último director de Bellas Artes de la República, e incluso añadía, con emoción, que en el pabellón de París estaba peor colocado, es decir, que ofrecía menos posibilidades de ser contemplado sin obstáculos».

"Sueño y mentira de Franco"

Los dos grabados Sueño y mentira de Franco, que Picasso realizó en 1937 para la Exposición Internacional de París, al igual que el Guernica, y en los que plasmó su visión de la violencia y desdicha producidas por el alzamiento militar, se exponen junto con el Guernica en el Casón del Buen Retiro.

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