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Chillida penetra en una montaña sagrada.

El Gobierno canario proyecta una estación cultural en Tindaya, Fuerteventura

El escultor y la montaña se han encontrado. Eduardo Chillida (San Sebastián, 1924) ya tiene un primer proyecto para realizar en el interior de la montaña de Tindaya, en la isla canaria de Fuerteventura, un espacio semejante a un cubo de 50 metros de lado con aberturas hacia la mar, el sol y la luna. "Es un proyecto emocionante" dice el artista. "Si la montaña quiere". El Gobierno canario ha aprobado presupuestos para estudios y sondeos con la intención de convertir este paraje natural, conocido como la montaña sagrada de Tindaya, en una estación cultural a partir de la obra de Chillida.

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"Crear un espacio para el hombre, para todos los hombres que somos hermanos", declara Eduardo Chillida desde Menorca, donde comparte tiempo de descanso con la primera maqueta que ha realizado sobre su antigua obsesión de hacer una escultura en el interior de una montaña. La maqueta sólo la conoce el ingeniero José Antonio Fernández Ordóñez, colaborador en las grandes esculturas de hormigón armado -desde la sirena colgada en la Castellana de Madrid hasta los recientes monumentos en Gijón y Sevilla- y vecino del veraneo menorquín.Lo que comenzó en un sueño, intuiciones, utopía -"se me ocurrían cosas descabelladas"-, y siguió en esculturas sobre la montaña vacía y reflexiones sobre el trabajo -"los obreros en una cantera sacan la piedra, pero meten el espacio"-, tiene la forma de la montaña de Tindaya, al norte de la isla de Fuerteventura (1.725 kilómetros cuadrados y 37.000 habitantes), cerca de La Oliva (5.235 habitantes). De contorno elipsoidal, su eje mayor mide 1.350 metros y el menor 850 metros, forma un cerro de laderas escarpadas y abruptas que destaca en una amplia llanura hasta la costa occidental.

"Para mí el espacio y para los otros la piedra". El proyecto de Chillida evitará la degradación de una parte de la montaña por la explotación de una cantera hasta su paralización por las protestas ecologistas, para situar en la zona un monumento natural de gran atractivo artístico y turístico, en una isla que el año pasado recibió un millón de visitantes.

Mientras le da vueltas a la primera maqueta y juega con un espacio que no tiene una forma geométrica perfecta, "con variantes y dudas sobre el. ángulo recto", Chillida tendrá que esperar a que los estudios sobre la montaña, que ha realizado el geólogo Ismael Solaz, y los posteriores sondeos encuentren en la gran masa de traquita de la montaña una estructura estable que soporte un cubo de 50 metros de lado, un espacio de 125.000 metros cúbicos capaz de meter en su interior la iglesia de Santa Sofía de Estambul o el panteón de Roma, dos ambientes únicos para el escultor.

El Gobierno canario ha hecho una declaración institucional sobre el proyecto al afectar a los departamentos de Industria, Hacienda y Cultura, y ha aprobado 15 millones para el estudio geológico de la zona y 30 millones para los sondeos. El viceconsejero de Cultura, Miguel Cabrera (Coalición Canaria), destaca la novedad en todo el mundo de este tipo de intervención junto al nombre de Chillida. "Supone también la armonización en la extracción de la piedra en una montaña mágica y sagrada que se podrá convertir en un lugar único. Todo el proyecto es complejo, con sondeos complicados por las pendientes y el encontrar el espacio adecuado".

Para Fuerteventura, Tindaya es un lugar lleno de leyendas y relatos sobre "el pueblo de las brujas", con prácticas religiosas y ritos mágicos. En la cima se han localizado grabados rupestres podomorfos relacionados con el culto astral, según un estudio del Instituto Astrofísico de Canarias.

El director general de Patrimonio Histórico, Juan Carlos Domínguez, confirma que con un plan especial de protección y la creación de una estación cultural, con museo y centro de interpretación, se da una solución global a toda la zona. El primer objetivo es rescatar las concesiones (la montaña es privada) para incorporar la explotación controlada de la piedra -muy solicitada por su belleza y comportamiento, en uso de aplacados, solerías y decoración- a las excavaciones que requiere la escultura de Chillida. Aunque no hay un presupuesto indicativo de toda la operación, se baraja la cifra de 1.500 millones.

Espacio y tiempo

Plantear las relaciones entre espacio y tiempo es lo que conceptualmente define Chillida ante su primera maqueta de Tindaya, en un lugar heterodoxo donde prefiere el ángulo entre el hombre y su sombra al ángulo recto y geométrico.

El historiador Kosme María de Barañano, conocedor de la obra de Chillida, considera que este proyecto responde al espíritu de los escultores, que en lugar de trabajar con un bloque aspiran a hacerlo con la naturaleza entera. "Comprendo que Chillida esté ilusionado con Tindaya, que será su trabajo más fuerte, aunque ya tiene otras piezas clave, como el Elogio del horizonte en Gijón. Los aspectos de interior-exterior ya aparecen en otras esculturas, sobre todo de alabastro, como una prefiguración del taladro y búsqueda de espacios en una montaña".

Conocer las traquitas

El geólogo Ismael Solaz ha realizado el mapa geológico y minero de la zona. Declara que toda actuación en Tindaya requiere un conocimiento profundo de su geología. La montaña corresponde a una intrusión traquítica emplazada hace unos 18 millones de años sobre coladas de lavas basálticas. La estructura geológica tiene una gran masa de traquita (rocas volcánicas pobres en cuarzo y con predominio de silicatos ricos en sodio y potasio) atravesada por una importante red de diques de basalto (filones rellenos de esa roca). "Mediante trabajos de superficie, prospección por sondeos, técnicas geofísicas y de laboratorio estamos determinando el comportamiento mecánico de las traquitas, sus alteraciones superficiales, los diques, las fallas y todo aquello que influye en su estructuración geológica", dice Solaz. "Después procederemos a la selección de un sector en su interior que albergue los distintos elementos del proyecto: el espacio Chillida, sus galerías de acceso y una explotación subterránea. En este sector favorable debe estar asegurada la estabilidad y durabilidad de la obra diseñada por Chillida, la minimización del impacto ambiental sobre el entorno y la protección de los valores patrimoniales y arqueológicos de la montaña".

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