Murió Hu Feng, luchador por la libertad de creación en China
El escritor y crítico literario chino Hu Feng, de 83 años, que murió en Pek ín el sábado pasado, fue el mayor escritor chino, sumido en la desgracia por Mao Zedong. Acusado en 1955 de desviacionista y pequeñoburgués, pemaneció bajo vigilancia en su residencia durante dos años, y sólo fue rehabilitado 25 años más tarde, en 1980.Ensayista y poeta nacido en 1902, Hu Feng colaboró en los años treinta con el célebre escritor Lu Xun en el seno de la Liga de Escritores de Izquierda en Shangai. En 1949 apoyó la revolución comunista y se hizo responsable de la revista Renmin Wenxue (Literatura popular).
En una disputa en la Asamblea Nacional Popular, Hu Feng se pronunció públicamente en 1954 contra el autoritarismo y el sectarismo del PC en materia de creación literaria y artística. En una carta al Comité Central denunció los cinco puñales clavados en el cerebro de los escritores chinos: ideología comunista obligatoria, inspiración exclusivamente obrera, campesina y militar, reeducación ideológica y formas artísticas y estéticas impuestas por el partido.
Violentamente criticado por Mao en persona como derechista, Hu Feng se hizo el centro de una virulenta campaña. La casi totalidad de los escritores lo condenó oficialmente y él tuvo que hacer tres veces su autocrítica antes de ingresar en prisión en 1955. El escritor fue rehabilitado discretamente en noviembre de 1980 y nombrado consejero en el Ministerio de Cultura. El año siguiente se le permitió publicar nuevamente, fue reintegrado en la Asociación de Escritores Chinos y nombrado miembro de la Conferencia Consultiva del Pueblo Chino (CPPC).
Treinta años después del combate del escritor Hu Feng por la libertad de creación, ahora que China se abre poco a poco hacia el extranjero, los intelectuales chinos estiman que esta apertura no se aplica al dominio de las ideas. Éste es también el sentimiento en los medios diplomáticos occidentales de Pekín, donde se considera él actual clima ideológico como entorpecido.
La Prensa se hizo eco de la muerte de Hu Feng con gran discreción. El silencio observado sobre la lucha del escritor en los datos biográficos brevemente resumidos en la publicación sobre su muerte en el Diario del Pueblo son ejemplo de este clima.
Los intelectuales se quejan de que tras ocho años de la caída de la banda de los cuatro las promesas concernientes a una liberafización dé la vida intelectual y un a revalorización de sus condiciones de vida no han sido sostenidas.
Los medios diplomáticos occidentales han notado un síntoma que después de algunas semanas se ha manifestado nuevamente en la prensa diaria, acentuando las nociones del ideal socialista de esfuerzo y disciplina en oposición a las nocivas influencias extranjeras.
