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Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Sólo para admiradores incondicionales

Lo mejor de Scream (1996), de Wes Craven, es la primera escena. El personaje encarnado por la atractiva Drew Barrymore y su novio son asesinados en su solitaria mansión, del pequeño pueblo de Woodsboro. El enloquecido criminal va cubierto con una sábana negra y una máscara que reproduce el famoso cuadro El grito, del pintor noruego Edward Munch, que da título a la película y la serie.Algo similar ocurre con Scream 2. En la brillante primera escena un grupo de admiradores de las películas de terror van al estreno de La puñalada, realizada a partir de la historia narrada en Scream y convertida en libro de éxito por uno de sus personajes. Mientras en la pantalla la actriz que hace del personaje encarnado por Drew Barrymore vuelve a ser asesinada, en el cine son apuñalados una pareja de negros.

Scream 2

Director: Wes Craven. Guionista: Kevin Williamson. Fotografía: Peter Deming. Música: Marco Beltrami. Estados Unidos, 1998. Intérpretes: Neve Campbell, David Arquette, Courtney Cox, Jammie Kennedy, Sarah Michelle Gellar, Jerry O"Connell, Jada Pinkett, Liev Schreiber. Estreno en Madrid: Acteón, Aluche, Fuencarral, Vaguada, UGC Cine Cité.

Tal como ocurría en la primera parte, esta segunda también está llena de referencias. Cinematográficas, al desarrollarse algunas escenas en una escuela de cine y emitirse por televisión el clásico Nosferatu (1922), de F. W. Murnau, mientras el asesino comete otro de sus crímenes. Pictóricas, al conservarse la careta copiada de Edward Munch. E incluso teatrales, al hacer la protagonista de Casandra en una peculiar representación de un drama griego. Sin embargo, el atractivo juego del cine dentro del cine desarrollado en la primera escena, no tiene continuación, ni relación con el resto.

Referencias

Demasiado exacta continuación de Scream, tanto a niveles de personajes e historia, como de actores que los interpretan, el principal problema de Scream 2 es que hay que ser un admirador incondicional de la primera parte, acabarla de ver o ver ambas seguida para poder comprenderla. La segunda está tan llena de referencias a lo que ocurría en la primera, los personajes hablan tanto de lo que les sucedía en ella, que si no se ha visto o se tiene muy fresca, se corre el peligro de comprender muy poco, o incluso nada. Quedar reducida a una incomprensible sucesión de crímenes, con una disparatada explicación final, que es lo que en realidad es.Conocido por haber creado al famoso personaje Freddie Krueger dentro de la serie Pesadilla en Elm Street (1984), el director Wes Craven es un especialista en películas de terror de bajo presupuesto y cuenta con un buen número de admiradores. Scream pasó en España sin pena ni gloria.

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