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De Chillida a Zamacois, cinco siglos de arte vasco

El Museo de Bellas Artes de Bilbao inaugura una retrospectiva sobre los artistas vascos más relevantes desde el siglo XVI

El Museo de Bellas Artes de Bilbao ha querido saldar la deuda que tenía pendiente con los artistas vascos dedicándoles una muestra y una completa guía en la que se repasan los trabajos de 118 autores, desde Jesús de Anchieta hasta Jesús Mari Lazkano o Txomin Badiola, pasando por artistas de la talla de Eduardo Chillida o Jorge Oteiza. La muestra, titulada Artistas vascos. Colección Museo de Bellas Artes de Bilbao y patrocinada por la BBK, podrá visitarse hasta el próximo 25 de mayo.

Según ha explicado el director del Museo, Javier Viar, la Guía de Artistas Vascos hace uno de los más "precisos" y "científicos" recorridos en torno al arte vasco. A lo largo de más de 200 páginas, la publicación recoge la actividad de un total de 118 autores, representados a través del comentario y la reproducción de 224 obras que abarcan desde el siglo XVI hasta la actualidad.

Radiografía de la memoria artística vasca

La obra ha sido redactada fundamentalmente por el equipo del museo, aunque también se ha recurrido a diversos expertos. La selección de los autores ha corrido a cargo del director de la pinacoteca, que se ha basado "bien en la circunstancia de su nacimiento, o bien en su implicación en los acontecimientos artístcos, desde la propia creación hasta la participación en instituciones, ocurridos dentro de lo que territorial o culturalmente permite la consideración de arte vasco".

De este modo, se incluye a artistas de la talla de Darío de Regoyos, que pese a ser asturiano se inscribe dentro del arte vasco, o a Eduardo Zamacois, natural de Bilbao pero que desarrolló su carrera artística en París. En la guía, además de aparecer las piezas "imprescindibles", se recogen muchos otros autores "no tan conocidos", a los que por primera vez se les pone "nariz y ojos".

Admirados y por admirar

La exposición arranca con las obras de Zamacois, uno de los pintores que más admiración internacional despertó a mediados del siglo XIX, y Juan de Barroeta, representante de la transición entre el realismo y el impresionismo. Les siguen Anselmo Guinea y su amigo Adolfo Guiard, introductor del impresionismo en la pintura vasca, o Darío de Regoyos, con quien se abrió un nuevo frente de modernización de la pintura vasca. Entre los primeros ejemplos de la escultura vasca del cambio de siglo destaca el modernista Nemesio Mogrobejo y la visión simbolista y primitivista de Francisco Durrio. La muestra repasa también la trayectoria de Ignacio Zuloaga, Gustavo de Maeztu y Juan de Echevarría, así como de Angel Larroque y Benito de Berrueta. Dentro del costumbrismo destacan Aurelio Arteta, valentín y Ramón de Zubiaurre, Alberto, Ramiro y José Arrúe o el escultor Quintín de Torre.

José María Ucelay y Nicolás de Lekuona presentan el mundo surrealista, mientras que Jorge Oteiza introduce los movimientos constructivistas y Agustín Ibarrola el realismo social. Eduardo Chillida, por su parte, aparece como el gran escultor que introdujo diferentes materias y una profunda búsqueda de la forma.

La muestra se completa con las obras de los llamados Grupos de la Escuela Vasca, entre los que figuran José Luis Zumeta, Rafael Alberti y Vicente Larrea, así como con las propuestas figurativas de Andrés Nágel, Mari Puri Herrero y Jesús Mari Lazkano. Por último, están representados los autores vascos Txomin Badiola, José Ramón Morquillas, Juan Mieg o Pello Irazu, entre otros muchos.

EFE
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