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Daniel Harding apuesta por una lectura distinta de Mozart

La orquesta Mahler inicia una gira por España bajo la batuta del director británico

Sus dedos alargados y blanquecinos no paran de moverse ni un segundo. Sus manos dibujan sin descanso constantes movimientos en el aire y da la sensación de que, frente a sí, tiene un grupo de maestros a punto de interpretar un movimiento. Daniel Harding (Oxford, 1975) se muestra ante el interlocutor igual que en el atril: apasionado, impetuoso y con una rapidez mental apabullante. El director británico inició ayer en el Auditorio Nacional de Madrid una gira española junto a la Mahler Chamber Orchestra. Visitará también Valladolid, Zaragoza y Vigo con un programa en el que se interpretarán obras de Mozart y Pierre Boulez. "Posee una imaginación desbordante y tiene la capacidad de interpretar programas clásicos desde otro prisma", señala uno de los componentes de la orquesta.

Harding intentó eludir, aunque finalmente no pudo, las preguntas sobre las posibilidades que tuvo de ser fichado como director musical del Teatro Real. "Me hubiera gustado ayudar a explotar el gran potencial del coliseo madrileño. Es un teatro fantástico, con una gestión estupenda. Posee unos recursos técnicos increíbles y está en una ciudad vibrante y culturalmente activa. Al final todas las partes implicadas decidieron que yo no era la mejor opción en ese momento", puntualizó el director. Harding alabó la elección de Gérard Mortier y dijo al respecto: "Es maravilloso para el Teatro Real. Es un matrimonio perfecto porque él es un hombre con una increíble experiencia e imaginación".

El director británico no descartó aceptar una invitación de Mortier para dirigir en Madrid, aunque lo condicionó a un buen proyecto. "Las óperas son complicadas y tener la obra, la orquesta y los cantantes adecuados en el momento oportuno es bastante difícil", dijo el maestro. Cuando Harding habla y explica su trabajo con la Mahler se descubre su tenacidad y ciertas dosis de osadía. No sorprende que con 15 años dirigiese su primera carta al maestro Simon Rattle pidiéndole estudiar con él y anunciándole que le escribiría a diario hasta que le admitiese. Con 19 años, Harding se puso al frente de una orquesta. Ahora, que es capaz de gestionar tres al mismo tiempo, dice que una de sus prioridades es la Mahler, una formación de 45 músicos procedentes de 20 países, entre los que se encuentran tres españoles.

Su sistema de funcionamiento les permite juntarse para hacer giras, trabajar y ser dirigidos por solistas y directores de prestigio. Uno de los proyectos que tiene en mente el fundador de la orquesta, Claudio Abbado, es que el Real sea sede no permanente de la Mahler como Ferrara y Renania. "Cuando empezamos hace 11 años teníamos una energía apabullante derivada de nuestra juventud. Ahora hemos madurado nuestro entusiasmo y tenemos un sonido más estable, pero sin perder la frescura que necesitamos", señala. Harding, que posee un sentido del humor absolutamente británico, dijo sentirse feliz de poder contar para esta gira con el pianista Paul Lewis porque es "maravilloso. Tiene una mente prodigiosa intelectualmente para comprender la música". Lewis y Harding compartieron colegio y ya entonces, según Harding, "era alguien muy especial"."Me hubiera gustado dirigir el Real. Pero decidieron que yo no era la mejor opción"

El director británico Daniel Harding, ayer en el Auditorio Nacional de Madrid.
El director británico Daniel Harding, ayer en el Auditorio Nacional de Madrid.ÁLVARO GARCÍA
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