Dimite la directora del Thyssen de Málaga "por injerencias" de Carmen Cervera y del alcalde
El museo fue inaugurado el 23 de marzo.- También ha anunciado su renuncia Tomás Llorens, miembro del patronato y principal asesor de la pinacoteca
Solo tres semanas después de la inauguración del Museo Thyssen de Málaga, su directora, María López Fernández, y el historiador y crítico de arte Tomás Llorens, principal asesor y miembro del patronato de la pinacoteca, han presentado su dimisión al Ayuntamiento de Málaga por "injerencias permanentes en su trabajo artístico por parte de la baronesa y del alcalde de Málaga", Francisco de la Torre Prados, del PP. Carmen Cervera asegura que los motivos de López son de índole personal y que el trabajo de Tomás Llorens como asesor ya había concluido. La baronesa ha recordado que tanto ella, en calidad de propietaria de la colección y presidenta del patronato, y el alcalde, como vicepresidente, son "libres" para actuar "en la vida del museo".
Los ya exresponsables del Museo Thyssen presentaron en el Ayuntamiento malacitano su renuncia y aseguran que desde instancias municipales se les pidió que aplazaran su decisión ante la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo, pero rehusaron esta solicitud.
Entre los hechos que han motivado la decisión de López y Llorens destaca el cambio de estructura aprobado en la reunión del patronato del 23 de marzo, a la que no pudo asistir. En la carta de dimisión, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, Llorens afirma que ese día se decidió "convertir el puesto de director en director artístico, y atribuir a un gerente responsable ante el patronato las principales funciones ejecutivas del museo". En su carta de dimisión, Llorens explica que se designó como gerente "de modo discrecional y sin proceso de selección alguno" a una persona (Javier Ferrer, jefe de gabinete del alcalde y ajeno al mundo artístico) que "carece de experiencia en la gestión de museos o instituciones artísticas, cuya ocupación profesional exclusiva a lo largo de los últimos años ha sido de naturaleza política".
Estos acuerdos son, en opinión de Llorens, "un síntoma claro de la voluntad del Patronato de relegar en su gestión las cuestiones histórico artísticas a un nivel secundario".
