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"El humor es una autodefensa necesaria", dice Ramón de España

El escritor y periodista publica 'Redención'

Ramón de España, polifacético escritor dotado de una fina ironía, publica, tras ocho años de silencio como novelista, una nueva obra: Redención (Edhasa). La novela tiene como centro a dos cuarentones "que han metido la pata" en un momento de la vida y supone un cambio en la trayectoria de De España. Las farsas de Sol, amor y mar (1988) y Nadie es inocente (1989) quedan atrás y se abre paso una narrativa de fondo más duro en la que siguen presentes, sin embargo, la ironía y el humor característicos del autor. "El humor es una autodefensa necesaria", reflexiona Ramón de España.

"No me gustaría hablar de desencanto, que es algo que ya está muy usado", comenta De España. "De hecho, creo que Redención es como una novela de iniciación, pero con la diferencia de que los personajes tienen ya 40 años, una edad en la que se supone que deberías entenderlo todo, aunque en realidad no es así y acabas metiendo la pata. En el fondo, es una novela que trata de personas que no controlan su vida y que intentan huir de sí mismas para sobrevivir".Los dos protagonistas del libro, un publicitario y un periodista, están marcados respectivamente por el nacimiento de un hijo con síndrome de Down y la muerte en accidente de tráfico de la esposa. Ante esto, buscan redimirse emprendiendo una nueva vida. "Todos buscan la redención", señala Ramón de España, "pero quizá la buscan mal. El hecho de que los protagonistas sean un publicitario y un periodista se debe a que éstas son profesiones cercanas, que conozco bien. De todos modos, lo que más me molesta es esa gente instalada de un modo permanente en la cultura de la queja, esos que se lamentan constantemente de lo que habrían podido hacer y no han hecho".

Meter la pata

"Ambos personajes entran en contacto porque han metido la pata", continúa De España. "Intentan ayudarse a no ahogarse, pero lo que hacen en realidad es hundirse más".

La novela está ambientada en una ciudad imaginaria, una mezcla de Madrid y Barcelona, y el hilo conductor que une a ambos personajes es la idea de realizar un largometraje. "El humor que hay en el libro es implícito", señala el autor, "y nunca es de carcajada. La vida, en el fondo, es una tragicomedia en la que nunca todo es de reír o llorar".

Las referencias al mundo del cine, la presencia del alcohol como "desencadenante de todos los problemas", la agilidad narrativa y la habilidad en el manejo del diálogo son otras características de Redención. "Los diálogos me gustan mucho", admite Ramón de España. "A veces me echan en cara la falta de descripción, pero es que procuro evitarla si no me hace falta".Al comentarle que la novela tiene, en algunos momentos, ecos del mundo narrativo de Paul Auster, responde: "Quizá sí, pero no deliberadamente. Llevo enganchado a Auster desde que lo descrubrí en el despacho de una agente literaria de Madrid y desde que traduje para Júcar su primera novela al castellano, Ciudad de cristal".

Volviendo al núcleo de Redención, apunta el autor: "El libro trata de la falta de lógica de la vida y de la necesidad que tenemos de convivir con ella. Estoy harto de esa educación cristiana que nos enseña que toda acción positiva lleva a otra. Y no. Esa falta de lógica es lo que hunde al protagonista".

Reflexionando sobre el cambio realizado respecto a obras anteriores, Ramón de España apunta: "Mis novelas anteriores eran muy pirotécnicas. Escribía en cierto modo pensando 'mirad qué brillante soy'. Ahora es distinto. Quizá se esperaba de mí una farsa sobre la política cultural de la Generalitat, pero me ha salido esto: un libro muy sincero".

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