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La porcelana Lladró, en el corazón de Nueva York

La firma española ha abierto un museo en Manhattan

Francisco G. Basterra

Nueva York, la capital mundial de los museos, cuenta con uno nuevo e insólito desde el domingo. El Museo Lladró, que el imperio de la porcelana, que en este país se identifica con España tanto como Julio Iglesias o el golfista Seve Ballesteros, ha abierto junto a la Quinta Avenida, a tiro de piedra del Metropolitan o del Museo de Arte Moderno. Un edificio de ocho plantas en la exclusiva calle 57, en el corazón de Manhattan, es la aportación de tres hermanos valencianos al comercio, el arte, la cultura y la desvaída imagen de España en EE UU, que todo está mezclado.

"Vendemos barro a precio de arte, éste es el secreto", explica entusiasmado Juan Peyró, alto cargo de Lladró, que asegura que esto, las figuritas de porcelana valencianas, "es arte, no me cabe la menor duda". "Su ternura se adapta a nuestro corazón", explicaba un coleccionista sueco de estas porcelanas, que van desde la humilde. campana para el árbol de Navidad -32 dólares y un éxito loco en el mercado USA- hasta una carroza del siglo XVI de 18.000 dólares. Y a los Lladró les pasa lo que a Julio Iglesias: venden sobre todo fuera de España. Sólo en Estados Unidos, más de 50 millones de dólares anuales.Nueva York parecía el domingo una capital española. Pedro Almodóvar y Carmen Maura en primera página del suplemento de artes del New York Times, donde se calificaba a Madrid como el "San Francisco de los años sesenta". Almodóvar abrirá el viernes el Festival de Cine de Nueva York con Mujeres al borde de un ataque de nervios. Y la movida de Lladró, que celebró la apertura de su museo con un recital de zarzuela en el legendario Carnegie Hall, con la soprano valenciana Enedina LLoris y la orquesta de la ópera de Nueva York, dirigida por Enrique García Asensio, que este año dirigirá la orquesta de Phoenix (Arizona).

Cuando la hermana del Rey, la infanta doña Pilar, duquesa de Badajoz, cortaba la cinta inaugural del Museo y Galerías Lladró -también se va a promocionar la pintura española, con una sala de exposición permanente y un proyecto de vender de 5.000 a 10.000 litografías y xerigrafías de pintores españoles al año-, aquello parecía Valencia en Fallas. El Valencia sonaría después, como fin de fiesta, en el Carnegie Hall, en la voz de Enedina LLoris. "LLadró es el mejor embajador de España", declaró a El País doña Pilar.

800 valencianos (dos Jumbos especiales abarrotados), el presidente de la Generalitat, Joan Lerma, el alcalde de Valencia, empleados de la empresa, el banquero Claudio Boada, presidente del Hispano Americano, en cuyo consejo se sienta Juan Lladrá, y eLex presidente de Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo, amigo de la familia, se agolpaban ante el edificio LLadré. 10 millones de dólares pagados en 1984, ahora pueden valer casi el doble.

A Calvo Sotelo le dio una lipotimia que le impidió asistir a una cena, en la que el embajador de España en Washington, Julián Santamaría, en lo que fue calificado de "desliz diplomático", dio la palabra para los brindis finales a la duquesa de Badajoz, lo que acabó bruscamente con el programa, que incluía un discurso de Joan Lerma.

Negocio redondo

Como Dios manda, todo había empezado con una misa, en la catedral de san Patricio, concelebrada por el cardenal de Nueva York, Cook, el obispo vasco del Bronx, Garmendia, y el cura Lezama, propietario de restaurantes en Madrid, que está en todas las salsas y que ahora quiere abrir uno en Washington. Al cardenal, que es coleccionista de Lladrós, se le regaló una Virgen de los Desamparados. También Michael Jackson y Nancy Reagan tienen Lladrós. Se trataba de dar gracias por un negocio redondo. ¿Beneficios el pasado año?. Un riñón", comentó textualmente un portavoz de la casa.Empresas propias en varios continentes: Japón, Australia, Hong Kong y Panamá. Pero sobre todo Estados Unidos. No hay norteamericano que regrese de nuestro país sin una figurita Lladró debajo del brazo. Decenas de Lladrós aparecieron entre los restos del DC-10 que se estrelló al despegar hacia Nueva York hace cinco años en Málaga.

Y aquí Lladré edita una revista, Expressions, para sus 70.000 coleccionistas, que pagan 25 dólares al año por ser socios de este club, a los que se les ofrecen ediciones exclusivas de porcelanas. Porque hay Lladrós abiertos y series numeradas de más valor.

Y en la séptima planta una colección de pintura, encargada exclusivamente para la inauguración, con las porcelanas de Lladré como tema único de inspiración. Cuelgan 23 artistas, como Hipólito Hidalgo de Caviedes, José Vela Zanetti, Francisco Lozano, Agustín Redondela, Luis García-Ochoa y Álvaro Delgado. Para noviembre está programada una monográfica de Cuixart, que coincidirá con el estreno de una película de Anthony Quinn que utilizará obras del pintor.

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