Ejercicios espirituales
Los ejercicios espirituales, práctica inventada por san Ignacio de Loyola, tan afín a nosotros, sirvieron en su día a A. Sciascia para componer una novela entre bufa y trágica a través de la cual se atacaba directamente a la Democracia Cristiana. Un conjunto de senadores, hombres de empresa y algún periodista, gobernados más o menos directamente por un presidente en el que puede reconocerse al recientemente desaparecido Aldo Moro, se reúnen en un moderno establecimiento dedicado a tales encuentros, edificado sobre unas antiguas catacumbas.Elio Petri ha acentuado la burla, el melodrama y la farsa, en ocasiones, manteniendo su estructura final con suspense policíaco. Se juega con el misterio de unas muertes entre la realidad y la ficción a las que añade la sorpresa, pero como la historia no se presta a una lectura real, pierde, en definitiva, gran parte de su pretendida eficacia. Si a ello se añade que la mayor parte de los políticos a los que alude la película son apenas conocidos por estas latitudes, salvo en sectores muy especializados, la historia queda reducida a unos cuantos ataques esporádicos y generalizados a la Iglesia y al partido, que no van mucho más allá de lo puramente pintoresco. Incluso el personaje del padre Gaetano, cuya figura se impone a las demás junto con la del presidente, pierde su auténtica realidad cuando, tras de su muerte, se descubre su personalidad verdadera.
Todo modo
Dirección: Elio Petri. Intérpretes: Gian Maria Volonté, Marcello Mastroianni, Mariangela Melato, Michel Piccoli, Renato Salvatori, Ciccio Ingrassia, Franco Citti, Tino Scotti. Dramático. 1976. Italia. Local de estreno: Alexandra.
El film, cuyas excelentes imágenes no le salvan de secuencias ambiguas, cuando no incomprensibles, viene a hacer poca luz sobre la corrupción política italiana, al menos en lo que a novedades se refiere. Si, como afirma el título en palabras de san Ignacio, todo modo es bueno para buscar la voluntad divina, no sucede tal en la narración cinematográfica, que exige claridad más allá de la pura brillantez, un perfil más asequible que éste en el que se mezclan sin demasiado concierto y a muy diversos niveles el análisis crítico con ciertos momentos cercanos a la caricatura, cuando no francamente grotescos.
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