Estrella canina

Cuatro cachorros para salvar, amparada en la productora Walt Disney, es una película protagonizada casi íntegramente por animales. La estrella del filme, y protagonista absoluto, es el perro Benji, que alcanzó su primer éxito en la pantalla grande en 1975, y que protagoniza aquí una aventura cuyo fin es proteger a cuatro cachorros de puma desvalidos, a los que un cazador ha convertido en huérfanos. La casi total ausencia de palabras es un desafío para el realizador, que se apoya en la cámara y en la banda sonora para narrar la peripecia fílmica, con la feliz colaboración del propietario de Benji y adiestrador Frank Inn.El esfuerzo y mérito de los animales que comparten la aventura con el can, dignos de admiración, corren el peligro de que aunque venzan la dificultad del empeño planteado causen el tedio, peligro que entraña todo malabarismo reiterado.

Desterrando la alternativa de colocar sistemáticamente la cámara a la altura de la mirada de los animales, Joe Camp sabe sacar provecho por igual al dinamismo de la misma, como, en la mayor parte del metraje, a su discreta quietud, sin olvidar los primeros planos del perro-actor, cuya mirada es a veces explotada con funcionalidad.

El ritmo se impone dosificando la escala de los planos y en una cuidada labor de montaje, que subraya o matiza la acción mediante la música. Una vez finalizado el filme, el sentimiento que prevalece es el de reconocimiento ante la dificultad del empeño, aunque comparándolo con los filmes de dibujos animados Benji resulte soso y desangelado.