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La exposición sobre Regino Sainz de la Maza en Santillana muestra las relaciones de los artistas durante la República

Incluye cartas de Lorca y Falla y cuadros de la época

Federico García Lorca comunicó a su amigo el músico Regino Sainz de la Maza que había escrito un libro, al que tenía gran aprecio, titulado Poemas para los muertos; de esta obra no se dice nada en las diversas y amplias bibliografías realizadas hasta ahora sobre el trabajo literario del autor de Romancero gitano, y es probable que aquellos Poemas pasaran a formar parte de otro libro, probablemente Poeta en Nueva York. Esa carta manuscrita que Lorca envió a Regino y otros documentos del guitarrista que se exponen en una de las muestras abiertas en la Fundación Santillana de Santillana del Mar (Cantabria) dan una idea cabal de las relaciones entre los artistas españoles durante los tiempos de la República. En el marco de esas exposiciones, el director del Museo del Prado, Federico Sopeña, ha pronunciado en Santander una conferencia sobre el citado músico.

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Entre los documentos, objetos personales, recuerdos y retratos que se exponen en la Fundación Santillana, en Santillana del Mar, en el marco de la muestra dedicada a Concha Espina y su entorno familiar y cultural, y, más concretamente, en la que se reserva especialmente al gran concertista y compositor Regino Sainz de la Maza, una carta manuscrita enviada a éste por Federico García Lorca en los años de la República, que pone al descubierto la existencia de un libro de poemas del poeta granadino del que ninguna bibliografía hace mención."He terminado mi obra Así que pasen cinco años", escribe García Lorca. "Estoy en cierto modo satisfecho y llevo mediado el drama en verso para la Xirgu (la referencia es, sin duda, a Yerma). Un enorme esfuerzo, Regino. Además, he escrito un libro de poemas, Poemas para los muertos, de lo más intenso que ha salido de mi mano...", concluye la carta.

En la misma carta, que ha sido incluida en las obras completas del poeta, pregunta Lorca a Sainz de la Maza sobre la fecha más conveniente para visitar Cantabria, al objeto de pronun ciar dos conferencias, en Santander y Torrelavega, y "si pueden en otros sitios te digo éste", añade, " porque tú eres ya mi manager y siempre haces las cosas que y no puedo o me da cierto miedo hacer".

De la relación entre García Lorca y Regino Sainz de la Maza da cuenta también el ejemplar dedicado de la primera edición del Romancero gitano.

Por su parte, Sainz de la Maza habla de Manuel de Falla y de García Lorca en algunas páginas autobiográficas. De este último dice: "Increíblemente lúcida, su inteligencia actuaba sobre las manifestaciones de la vida, adherida a una fe profunda en el hombre, en el arte, en la religión". Una amistad con el poeta granadino que compartía con su esposa, Josefina, quien también tiene un espacio dedicado en la Torre de Don Borja, sede de la fundación que preside Jesús de Polanco.

Pero si en las breves notas referidas a sus amigos Falla y Lorca ya destaca la calidad como escritor de Sáinz de la Maza, unas páginas autobiográficas, también expuestas, vienen a cónfirmarlo. "Nací un 7 de septiembre de 1896", escribe, "buen día para nacer en Burgos". Al principio, todo marchó bien. Luego fue cuando la cosa empezó a complicarse con los chichones, los dolores de muelas, los reyes godos y las mañanas peladascamino del colegio...".

La relación de Regino con Cantabria viene determinada por su matrimonio con la hija de Concha Espina, Josefina de la Serna, a la que ella siempre gustó llamarla, en ámbitos literarios, Josefina de la Maza. En la sala que se ha dedicado al gran concertista y compositor, integrando quizá una de las más bellas muestras dentro de las exposiciones organizadas por la Fundación Santillana en este verano, se encuentran objetos de indudable valor, como la última guitarra utilizada por el gran concertista, la silla, el atril y el escabel que usaba. Junto a éstos, la cruz que solía acompañarle en los conciertos, la imagen que mantuvo siempre a la cabecera de su cama, la medalla al Mérito en las Bellas Artes, que recientemente se le concedió a título póstumo, y el programa de un concierto realizado en el Palacio de la Música, de Madrid, a las diez de la noche de un 12 de diciembre de 1942 en cuya portada anotó el propio Regino: 'Durante este concierto moría mi pobre padre, a las doce y media".

También se reúnen en la sala dedicada a Regino Sainz de la Maza las obras más relevantes de su iconografia: el retrato al óleo que le pintara Bergel en 1916, el de Santiago Ontañón de los años veinte y el de Hipólito Hidalgo de Caviedes de 1936.

En opinión de Pablo Beltrán de Heredia, comisario de la exposición organizada por la Fundación Santillana, ésta estaba obligada a realizar este homenaje, ya que el verano pasado, muy enfermo ya Sainz de la Maza, visitó hasta dos veces las exposiciones instaladas en la Torre de Don Borja.

Entre los papeles y documentos reunidos para esta exposición única, destacan algunos interesantes autógrafos musicales de Sainz de la Maza, el original de la partitura del Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo, así como poemas autógrafos dedicados al concertista por García Lorca y León Felipe. De este último, un poema que permanece inédito completa la exposición: 'Prisionero está en el pozo del brocalito de nácar, / en el mismo corazón / de tu guitarra encantada; / un gusanillo de luz que quiere a unaestrella blanca, / tus dos manos le libertan,/ Regino, Sainz de la Maza. / Le libertan / y le llevan en volandas / por seis rayitos de luna / a ver la estrella blanca".

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