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El FIB luce músculo

El festival de Benicàssim arranca con grandes cabezas de cartel para recuperar la autoridad en el panorama musical español

Ha vuelto a suceder. Desde el pasado lunes, miles de jóvenes (la mayoría británicos y ayer ya cercanos a los 20.000) han acampado en Benicàssim a la espera de que arranque la 17ª edición del FIB. Los primeros días, todavía con las puertas del recinto principal cerradas, han arrojado el relato estival de siempre: bañarse en crema bronceadora, pasear las sombrillas, dormir la mona en la playa y comentar el cartel en las fiestas de los locales de la zona. A partir de hoy, llega el público español (este año los extranjeros son el 50%) y arranca el evento musical veraniego más famoso de España con una programación por la que desfilarán más de 100 bandas hasta la madrugada del próximo lunes.

Prometen ser interesantes las actuaciones de Roska, Juan McLean, los españoles Nudozurdo, Beirut o Astrud
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Y la situación requería un golpe de efecto. Porque aunque en el transcurso de la última edición sus organizadores lo negaran, el FIB de 2010 fue un acontecimiento rayano al fracaso. De 50.000 asistentes por día de la edición de 2009, se pasó a 32.000 (mientras el resto de festivales de España batía sus records de asistencia). Los cabezas de cartel que buscaban como Arcade Fire o Muse, emigraron a otro lado. Y encima, y para comidilla de la prensa y el mundo indie patrio, el público inglés tomó el lugar para convertirlo en su particular utopía veraniega ultrapatrocinada. Ay, y era el primer año en solitario de Vince Power, el nuevo dueño del festival.

Así que este año a su organizador se le ha acabado la paciencia negociadora y se ha traído a grandes e incontestables cabezas de cartel: Arcade Fire, Arctic Monkeys, Strokes, Primal Scream o Portishead. No se sabe todavía lo que se ha gastado, porque el presupuesto del FIB suele ser un asunto bastante menos público que el del resto de festivales y ayer Power no quiso dar ninguna pista. Barato no le habrá salido.

Con la potencia de la primera línea del cartel, el FIB, que este año ya no cuenta con el patrocinador principal que daba nombre al festival, puede llegar a los 50.000 espectadores diarios. Una barbaridad teniendo en cuenta que ese es el récord que solo se consiguió en 2009 y que en el recinto, encajonado entre las montañas, la vía del tren y la N-340, prácticamente no cabe más gente. La organización ha tenido que echar para atrás el escenario principal para que en los momentos de máxima concentración el público pudiese ver a los cabezas de cartel. Eso sí, la mítica piscina del recinto, que a tantos rockeros ha visto darse un chapuzón, ha tenido que cubrirse. Lo que está claro es que el presupuesto, que según los organizadores solo cuenta con el 7% de ingresos por patrocinio, agradecerá contar con 18.000 personas más al día.

Y si en 2010 faltaron cabezas de cartel, pero la segunda línea de la programación mostró a nombres que luego desfilarían durante todo el año por los festivales españoles, en esta edición el cuerpo del evento ha quedado un poco más desnutrido y un tanto deslavazado. Aún así, prometen ser interesantes las actuaciones de Roska, Juan McLean, los españoles Nudozurdo, Beirut o Astrud & Col.lectiu Brossa. En cuanto al apartado de grandes glorias, por el que han desfilado desde Leonard Cohen a Ray Davies, pasando por Brian Wilson, este año el festival se conforma con subir al escenario a los Stranglers.

Es curioso observar también como una importante parte de la programación está claramente dedicada al público británico. Pendulum, Mumford and Sons, Plan B, Paolo Nutini... Son nombres reconocidísimos en el Reino Unido pero de los que sería difícil encontrar un CD en la guantera de ninguno de los coches con matrícula española aparcados en el recinto. Incluso el cabeza de cartel de esta noche, The Streets (el proyecto del brillante Mike Skinner), es un acontecimiento musical inmenso en Inglaterra -más ahora que está dando sus últimos conciertos- pero que nunca ha tenido en España la repercusión de sus compañeros del escenario principal del FIB de este año a esas horas de la noche.

Un escenario, en la playa de Benicàssim, antes de la llegada del público y del inicio del festival.
Un escenario, en la playa de Benicàssim, antes de la llegada del público y del inicio del festival.SAMUEL SÁNCHEZ
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