Fallece en Barcelona el escultor Eudald Serra
El escultor catalán Eudald Serra (Barcelona, 1911) falleció el pasado lunes en su ciudad natal a causa de una embolia. Serra era un gran escultor, vinculado en su día a la vanguardia, pionero del surrealismo y amigo de Miró. Fue uno de los pocos artistas españoles seleccionados para la antología de la escultura del siglo XX presentada en el Georges Pompidou de París en 1986, y en 1998 se le dedicó una amplia retrospectiva en Barcelona. Dicho esto, hay que señalar que Eudald Serra, explorador de la materia, lo fue también en el sentido vital y geográfico. Un hombre que vivió experiencias aventureras de primer orden en sus viajes por parajes remotos de África, Asia, América y Oceanía en busca de piezas del denominado arte primitivo por cuenta del industrial y mecenas catalán Albert Folch.
Serra recorrió lugares lejanos y salvajes en avioneta, en canoa o a pie en pos de los objetos más hermosos, que seleccionaba basándose en su criterio personal. En periplos con tintes conradianos (llegó a negociar compras con viejos caníbales y contrajo la malaria), el artista surtió (siempre respetuosamente: 'Yo busco cosas, no las arranco', decía) la que es hoy una de las mejores colecciones de Europa de arte de los pueblos llamados primitivos y que se encuantra en la Fundación Folch de Barcelona.
Fundamental en la formación de Serra como artista fue su larga estancia en Japón (1943-1948), donde descubrió el arte de los objetos cotidianos y vivió la catástrofe de la II Guerra Mundial. Persona entrañable y de trato amable, Eudald Serra disfrazaba a menudo su intensa vena poética con un barniz de hombre práctico y artesanal que no lograba ocultar su profunda pasión por las cosas bellas.