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Fallece José María Nunes, cineasta y poeta

El director, de 80 años, acababa de estrenar su última película, 'Res pública', que aún puede verse en la cartelera catalana

El cineasta José María Nunes, uno de los principales representantes de la Escuela de Barcelona, falleció la pasada madrugada en Barcelona a los 80 años de edad. Aún se mantiene en la cartelera barcelonesa su última película, Res publica, en la que mantiene el mismo espíritu de experimentación que recorre toda su trayectoría. La película cuenta la historia de un hombre que explica ante la cámara las razones de un suicidio largamente meditado. El filme se estrenó el pasado 5 de marzo, un mes de gran agitación para él ya que el día antes el cineasta había recibido en Barcelona la condecoración como Gran Oficial de la Orden Militar de la Espada de Santiago de la Cultura que le entregó el presidente de la república portugesa, Anibal Cavaco Silva.

Nunesnació en 1930 en Faro (Portugal), si bien a los 12 años tuvo que emigrar con su familia primero a Sevilla, en donde estuvo cinco años, y después a Barcelona, ciudad en la que ha residido desde entonces. A principios de los añoscincuenta comenzó a trabajar en la entonces esquilmada industria cinematográfica barcelonesa haciendo todo tipo de oficios, desde doblador a actor pasando por secretario de rodaje, ayudante de dirección o coordinador de guionistas. Participó, en estos oficios, en filmes de Enrique Gómez, Ignacio Farrés Iquino o Joan Lladó, pero lo que le interesaba era transgredir el lenguaje del cine.Así lo hizo en sus películas como director, siempre personales y experimentales asumiendo sin complejos el riesgo de resultar marginal respecto a la industria más comercial y popular del momento ante la que, como creador, nunca quiso ceder un ápice de su libertad.

Su primer filme, Mañana (1957), está considerada el prólogo y primer ejemplo de lo que después se denominaría la Escuela de Barcelona, movimiento que en los alossesenta participó del espíritu de renovación del cine que también compartían corrientes como la Nouvelle Vague francesa o el Free cinema británico y en el que, además de Nunes, se integraron autores como Joaquim Jordà, Pere Portabella, Jacinto Esteva o Jaime Camino. Entre la no muy extensa filmografía de Nunes, compuesta por 15 títulos, destacan Noche de vino tinto (1966), su película más conocida, Iconockaut (1975), Gritos a ritmo fuerte (1984) y A la soledad (2008).

"Nunes era un personaje irrepetible", comentaba ayer Esteve Riambau, historiador y director de la Filmoteca de Cataluña. "Siempre se mantuvo fiel a las ideas sobre el cine de la Escuela de Barcelona y ha sido la excepción que confirma la regla porque su origen era muy diferente al de otros integrantes del movimiento y, sin embargo, su cine se enmarca y refleja a la perfección aquella época". Poeta y hombre comprometido con una manera de ver el cine, Nunes explicaba que su objetivo no era contar historias ya que, decía, los argumentos hace tiempo que se agotaron, pero sí que veía salida en la experimentación formal y narrativa para llegar al público a través de la emoción y la implicación personal. Rodaba con pequeños presupuestos y en muchas ocasiones con amigos que, como él, cobraban en función de la recaudación, pero su vida siempre estuvo ligada al cine."Aunque no lleve cámara, ruedo todos los días", decía.

Mañana, miércoles, se abrirá a las 15 horas la capilla ardiente en el Tanatorio de Collserola de Bacelona y a las 17 horas se celebrará la ceremonía de despedida. El próximo mes de mayo, la Filmoteca de Cataluña le dedicará un ciclo de homenaje.

José María Nunes, durante un rodaje en 2008
José María Nunes, durante un rodaje en 2008
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