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Fito Páez, terremoto emocional

'Confiá', su nuevo álbum, ahonda en los claroscuros del músico argentino

De carcajada instantánea, conversación fácil y largas respuestas. Así es Fito Páez (Rosario, 1963) y de su creativa y "caótica" -según él mismo- personalidad nace su último álbum, Confiá, un sosegado trabajo en el que las letras tratan sobre los claroscuros de la vida. "Es el disco de un hombre decepcionado que busca una rosa en un pantano", precisa el músico argentino, intimidado mientras por el fotógrafo. "Estoy más cómodo detrás de la cámara", se disculpa cuando se le pide naturalidad en una pequeña sala de la Casa de América en Madrid.

La capital es la elegida para comenzar hoy una gira nacional que le llevará por teatros de cinco ciudades. "Se me va hacer raro que, por una vez, la gente no esté fumando y hablando. No me disgusta, aquí la música es un elemento más de ese ambiente".

"Es el disco de un tipo decepcionado que busca una rosa en un pantano"
"Ahora tocaré en teatros. Se me hará raro que el público no esté fumando"

Otra diferencia: interpretará el álbum "sin variar los arreglos", tal cual los grabaron. "En esta ocasión, no tenía nada preparado, salvo pequeñas cosas, como los primeros compases de London town. Se trataba de decidir, hacer el disco y confiar. De ahí viene el título", explica. "Nos juntamos en un hotel. Tenía las habitaciones amplias, con la reverberación adecuada. Luego grabamos todo en una pequeña casa, rodeados por la familia. Simplemente surgió, no fue premeditado".

Su obra siempre ha tenido mucho de autobiográfica. "Ahora, a los 47 años, supongo que todo son mixed emotions. En este disco hay un terremoto emocional". Menea la cabeza buscando la definición exacta. "Quiero decir... A mí me encanta el cine de John Ford". Con dos películas como director a sus espaldas -Vidas privadas y ¿De quién es el portaligas?- no le atrae nada el vídeo musical. "No le quito mérito. Pero parece que no se sabe narrar y por eso se recurre a esa fragmentación. Tal vez es reflejo del tiempo que vivimos". ¿Igual que su disco? "En la portada, un doble mío imaginario me dice que confíe. Pero en la contraportada hay un hueso que representa la realidad. Incluso las canciones más enérgicas, como La ley de la vida, reflejan un poco eso". ¿Qué más le apasiona en la vida, además del cine y la música? "Las mujeres. Y beber. Y la familia, claro".

En la rueda de prensa anterior a la entrevista se ha permitido una pequeña revolución. "Me dijeron que tocara el single". Páez cambia el paso: "¿Por qué esa? Da igual, también es linda". Y acto seguido arranca una contundente versión de Tiempo al tiempo. "Las discográficas tienen esa mentalidad y las cosas funcionan así, no pasa nada".

En América Latina es una institución y muchos se refieren a él como "rockero". Páez no se atreve a confirmar esa definición. "Yo soy de mi padre y de mi madre. Es sólo una etiqueta, si me lo dicen será porque algo de lo que hago induce a ello". Otra etiqueta es su cacareada admiración por The Beatles. "Es la música que tendríamos que mandar al espacio, para decirles a los de fuera: 'Esto es lo que se ha hecho aquí".

Páez no tiene problema en hablar de su ex mujer y protagonista de sus filmes, Cecilia Roth. "Que me pregunten por Cecilia no me importa: es una mujer excelente y la madre de mi hijo. Eso te lo puede decir cualquier amigo. No es parte de mi intimidad, eso queda para cada uno". De lo que sí habla es de un proyecto instrumental: "Estuve una semana en casa y tengo media hora de música. Veremos en qué se convierte". Tal vez sea la banda sonora de otro filme, o un disco, quién sabe.

El músico Fito Páez, la semana pasada en Madrid.
El músico Fito Páez, la semana pasada en Madrid.CRISTÓBAL MANUEL
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