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Reportaje:

Fotos inéditas de un "paisanote" llamado Picasso

El fotógrafo Cores le ganó una apuesta a Dominguín, en juego estaba conocer al pintor malagueño del que tomó varias instantáneas.- Una de aquellas fotos es lo más caro de Estampa

Se jugó con Luis Miguel Dominguín en una tirada de pichón que si él ganaba le tenía que presentar a Picasso. Era 1966 y el fotógrafo asturiano Antonio Cores ganó la apuesta. Las imágenes que captó entonces del pintor malagueño no sólo es lo más caro de la 16 edición de Estampa (Feria Internacional de Arte Múltiple Contemporáneo), 75.000 euros, sino que muestra una visión inédita de aquel "paisanete" malagueño de 85 años.

Cores, de 72 años, se muestra exultante porque tras 40 años "perdidas" sus fotografías de Picasso son "la atracción" de la feria Estampa. Este fotógrafo y aventurero -el segundo en encontrar a los Nuba, tras Leni Riefensthal- creyó durante 40 años que había perdido las fotos que hizo, en dos tandas, en abril y mayo de 1966, al pintor. Pero hace dos años su hermana encontró parte de ellas en una caja, una colección de la que editó siete series, una de ellas adquirida por el Museo de Bellas Artes de Asturias.

En el stand que ocupa la Galería Vértice puede contemplarse ahora otra de las series de la colección de 13 imágenes que Cores tomó de Picasso y amigos como Alberti, Gades o Dominguín. Este último fue el que organizó la tirada de pichón en su finca. Le hizo gracia que el asturiano "chulo" se riera de cómo tiraba y se apostó con él que si ganaba daría lo que quisiera: "¿Lo que quisiera?, pues entonces quiero conocer a Picasso", le dijo Cores.

Encuentro en Cannes

El fotógrafo sólo podía pensar en Picasso mientras tiraba. Debió funcionar porque ganó y el torero no tuvo que cumplir su palabra. A Dominguín le tocó entonces idear la forma para que se conocieran, algo muy difícil ya que "Jacqueline -la mujer del pintor- llevaba la casa a raya". A los tres días, Dominguín le dijo que se pasara a recoger unas carpetas a su casa y que las guardara hasta nuevo aviso. Luego le pidió que se las llevara a Cannes. "Yo sabía que el pintor estaba escuchando y que por eso me hablaba así pero cuando vi a Picasso al pie de la escalerilla del avión esperándome y me besó la mano agradecido no daba crédito", rememora divertido. El pintor jamás supo que el favor había sido exactamente al Contrario.

Durante la semana que Cores estuvo en casa de Picasso "simplemente se desvivió" con él. "Me entretenía, me llevaba a tomar chocolate con churros, a la playa, donde pintaba con su bastón toros y toreros que borraba el agua... Era un paisanete muy simpático, cariñoso, un chaval de 85 años desviviéndose porque estuvieras entretenido", recuerda Cores. Era abril de 1966. Allí coincidió con Antonio Gades, que estaba en Cannes presentando Con el viento solano, y "se moría" por conocer a Picasso. Cores, sabiendo que aquella noche irían a un restaurante, le dijo al bailarín que estuviera allí. "Fue mágico. Gades bailando, Dominguín toreando con un mantel y Alberti recitando poemas", suspira nostálgico Cores, que inmortalizó aquella velada en algunas de las 73 fotografías que ahora se venden.

Una de las imágenes que el fotógrafo asturiano Antonio Cores captó del pintor malagueño.
Una de las imágenes que el fotógrafo asturiano Antonio Cores captó del pintor malagueño.EFE
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