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Fracasa la votación de un sillón vacante de la RAE

Miguel Ángel Villena

Ni los partidarios del ingeniero Amable Liñán ni los favorables al filólogo Manuel Alvar se salieron ayer con la suya en la Real Academia Española (RAE). Ninguno de los dos candidatos, que optaban al sillón g minúscula, vacante desde marzo de 2008 por el fallecimiento de Antonio Colino, logró en una tercera votación la mayoría simple de los 27 académicos presentes en la sala. De este modo, el proceso electoral vuelve al principio y hasta junio, o quizá octubre, la RAE no completará su lista de académicos.

El secretario de la institución, José Manuel Blecua, manifestó anoche su contrariedad por el fracaso de la votación y destacó "la extraordinaria valía de los dos candidatos". "Es cierto", admitió Blecua, "que se trataba de dos perfiles muy distintos y quizá ese factor ha pesado a la hora de la división en el voto de los académicos". El secretario de la RAE dijo lacónicamente a un grupo de periodistas que "el consenso siempre es útil", pero en esta ocasión no había podido lograrse.

Un técnico, un filólogo

Tres académicos que proceden del ámbito científico (Pedro García Barreno, Margarita Salas y José Manuel Sánchez Ron) habían pensado que la lógica en la composición de la RAE aconsejaba que un técnico como Liñán sustituyera al único ingeniero que se sentaba en el palacete de la madrileña calle de Felipe IV. Catedrático en la Escuela de Ingenieros Aeronáuticos de Madrid, experto en problemas de combustión y con una carrera científica repartida entre Estados Unidos y España, el leonés Amable Liñán (Noceda de Cabrera, 1934) reunía todos los requisitos para cubrir un flanco técnico muy necesario en unos tiempos, donde el lenguaje y la vida están teñidos de tecnicismos. Liñán fue premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica en 1993.

Frente a la candidatura de Liñán, dos veteranos filólogos como Gregorio Salvador y Francisco Rodríguez Adrados y un novelista como Álvaro Pombo propusieron al lingüista Manuel Alvar Ezquerra (Madrid, 1950), hijo del prestigioso dialectólogo Manuel Alvar López. El candidato es catedrático de Lengua Española de la Universidad Complutense y autor de una extensa obra filológica. Alvar Esquerra ya optó a un sillón de la RAE en 1998, pero en aquella ocasión fue derrotado por el escritor y cineasta Fernando Fernán-Gómez.

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