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Francia y la Eurocopa, protagonistas del concierto de Año Nuevo

El maestro francés Georges Prêtre cumple su sueño y dirige a sus 83 años a la emblemática orquesta

Con elegancia, alegría y gran agilidad a pesar de su avanzada edad, debutó hoy el maestro francés Georges Prêtre como director del Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, que desde el Salón Dorado de la Musikverein de la capital vienesa llevó a 54 países la tradicional música de la dinastía de los Strauss.

La más famosa de las orquestas vienesas inauguró así un año marcado por la Eurocopa de fútbol -que se jugará en Austria y Suiza en junio- con varias piezas dedicadas al deporte y una película sobre fútbol emitida en la pausa del concierto. La cinta Austria Kickoff, dirigida por el austriaco Georg Riha, está dedicada al balompié, la belleza natural de Austria y al amor por la música de sus diferentes regiones.

El otro gran tema del día fue la música de los Strauss dedicada a Francia, con obras como la polka francesa Bluette, de Johann Strauss hijo, o el Vals Parisino y Galope de Versalles, ambos de Johann Strauss padre.

El sueño de Prêtre

Los filarmónicos de Viena fueron dirigidos por primera vez por un director francés, el veterano Prêtre, de 83 años, quien cumplió así su viejo sueño de estar una vez al frente de la emblemática orquesta al inicio del año.

El concierto se inició con la enérgica Marcha de Napoleón, compuesta por Strauss hijo, un gran admirador en su momento del emperador francés. A continuación siguieron los ritmos alegres del vals Golondrinas de Austria y la Polka de Laxemburg, de Josef Strauss, para luego volver a Francia con el Vals Parisino y el Galope de Versalles, ambos de Strauss padre.

En la segunda parte del concierto destacaron la ya tradicional polka Tritsch-Tratsch y la apertura de la opereta Indigo y los 40 ladrones, de Strauss hijo. Tras el programa oficial, los filarmónicos se estrenaron con la Polka del Deporte, de Josef Strauss, que fue iniciada por Pretre con un silbido como un árbitro de fútbol. En esa pieza los músicos se pusieron bufandas de la selección austriaca de fútbol.

El 'Danubio azul'

Lo que siguió fue el célebre vals del Danubio azul, de Strauss hijo, considerado en Austria como el himno oficioso del país, y que estuvo acompañado por primera vez en la historia del concierto por una pareja de bailarines que bailaron en directo en la sala.

El concierto vivió su tradicional y eufórico final con los acordes clásicos de la marcha Radetzky, de Strauss padre, que contó con el acompañamiento con las palmas de los cerca de 2.000 espectadores.

Para los incondicionales de este evento, la versión grabada del concierto estará lista para la venta el 7 de enero y una semana más tarde la versión en DVD.

El director francés Georges Prêtre durante el Concierto de Año Nuevo de 2008 en Viena.
El director francés Georges Prêtre durante el Concierto de Año Nuevo de 2008 en Viena.EFE
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