Guerra en el cine mexicano

"El divorcio más doloroso del cine mexicano". Así califica la revista Chilango la ruptura entre el escritor y guionista Guillermo Arriaga y el director Alejandro González Iñárritu, el dúo que ha realizado tres películas de referencia del nuevo cine de México. Los padres de Amores perros, 21 gramos y Babel se separan, quién sabe si definitivamente, porque su concepción sobre la autoría de una película es irreconciliable. Para algunos, se trata de una lucha de dos personalidades egocéntricas, aunque se habla de una larga trayectoria de desencuentros entre dos pesos pesados del cine mexicano.

Una carta escrita por González Iñárritu el 19 de febrero y publicada ayer por Chilango es el epitafio a una relación profesional de grandes éxitos que había llegado a un punto de no retorno. Sobre todo, porque la misiva no sólo lleva la firma del director, sino también de buena parte del equipo de Babel, entre otros, los actores Gael García Bernal y Adriana Barraza. En términos muy duros González Iñárritu acusa a Arriaga de no entender qué es un trabajo colectivo.

El realizador prohibió la asistencia del guionista al pasado festival de Cannes

'Amores perros', el primer proyecto conjunto, fue reescrito a máquina 36 veces

¿La película es del guionista, del director o de ambos? He aquí la razón de fondo de un enfrentamiento que ha llegado a carcomer una amistad y una relación profesional prolongadas. Las desavenencias se mantuvieron durante un tiempo en un discreto segundo plano, aunque ya hubo señales en el pasado festival de Cannes. La prensa de Hollywood publicó que el realizador prohibió la asistencia de Arriaga a la ciudad francesa por haberse arrogado demasiado crédito del éxito de 21 gramos. Y llegaron los Oscar. Babel competía con siete candidaturas en un ambiente triunfalista, alentado por la prensa mexicana, que pronosticaba grandes expectativas de ganar la estatuilla a la mejor película. Finalmente, sólo obtuvo el premio por la banda sonora, del argentino Gustavo Santaolalla.

Un mes antes de la gran gala, Arriaga reconoció que la relación laboral con González Iñárritu estaba acabada. "Creo que va a ser sano que cada quien emprenda un camino distinto", declaró en una entrevista. "Son diferencias que venimos arrastrando muchos años. Los dos somos bastante territoriales y creo que se agotó la relación. Estoy muy orgulloso de las películas que hemos hecho, pero cada quien necesita su camino". Después de obtener Babel el Globo de Oro a la mejor película, Arriaga manifestó: "Me toca un buen mordisco y estoy muy orgulloso del premio. Creo que reconoce el trabajo de todos los que contribuyeron en esta película, lo siento tan mío como el de cualquiera".

Bajo el título Rencores perros, Chilango hace un recuento de los abundantes encontronazos entre los dos creadores. Asegura la revista que la relación "sangraba desde el año 2000", cuando Amores perros despertó tres dudas del guionista. Una de tipo práctico: qué nombre aparecería después de la leyenda "Una película de..."; otra filosófica: "El demiurgo del cine es el artista que lleva la historia al papel (el guionista), o el virtuoso intérprete de esta obra, el director"; y una más sobre los triunfos por venir: "¿Quién será el encargado de recibir los premios de nuestras películas?".

Amores perros, el primer proyecto conjunto, fue reescrito a máquina 36 veces. El método para construir el texto, asegura la revista, consistía en desmontar con rabia el argumento del otro. Guillermo escribía en las noches y durante el día se reunían largas horas.

La presencia de Arriaga en los platós de rodaje disminuyó de una película a otra. En Amores perros estuvo en la mayor parte del rodaje, pero su presencia en 21 gramos se redujo a algunas escenas. Según Chilango, antes de empezar a filmar Babel, el director dio al guionista la peor noticia: no le permitiría acudir al rodaje. Sin la presencia de Arriaga, el director modificó a su gusto la versión final del guión, según confiesa en el libro Babel, de Taschen: "La primera decisión que tomé en aras de ser congruente con la película fue excluir del guión bloques enteros de estereotipos y lugares comunes que dramáticamente no aportaban nada y que dibujaban ese México idealizado y gracioso que ya no existe".

Antes de difundirse la carta del director de la trilogía, Arriaga aseguró respetar el trabajo de todos sus compañeros y señaló que lo único que intenta es defender el papel del escritor en la película. "Yo no soy un guionista", ha dicho en más de una ocasión. "De ninguna manera he demeritado el trabajo de mis compañeros, es simplemente una discusión más teórica con Alejandro, sólo con Alejandro, no con mis demás compañeros", señaló Arriaga, al responder al contenido de la carta.

Ayer, tras la publicación de la explosiva carta los dos protagonistas rehusaron hacer declaraciones para no ahondar en un conflicto que ha convulsionado el cine mexicano, aunque se dice que el escritor prepara una carta de respuesta.

Firman, entre otros: Alejandro González Iñárritu, director y productor de Babel; Rodrigo Prieto, director de fotografía; Gael García Bernal, actor; Adriana Barraza, actriz; Gustavo Santaolalla, compositor musical; Brigitte Brocht, directora de producción; Martín Hernández, diseñador de audio y Stephen Mirrione, editor.