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Chillida pide el consenso para Tindaya

El Gobierno canario apoya la escultura monumental en la montaña de Fuerteventura

El escultor vasco Eduardo Chillida, de 72 años, presentó ayer en Puerto del Rosario, en Fuerteventura (Canarias), su proyecto de escultura monumental para el interior de la montaña de Tindaya. La propuesta se ha declarado de "interés para Canarias" y el propio presidente del Gobierno autónomo, Manuel Hermoso, confirmó durante la exposición del proyecto el favorable pronunciamiento del Parlamento canario. Los ecologistas defienden Tindaya como monumento natural y cultural y ofrecen la montaña Bermeja, en el centro geográfico de la isla, como alternativa. Chillida declaró que su "espacio para el hombre" se hará "si la gente está de acuerdo".

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La protesta ecologista saludó la presencia de Chillida en Fuerteventura desde el mismo avión en el que llegaba el lunes a la isla, cuando un pasajero desplegó un cartelón donde se identificaba el proyecto con la destrucción. "Tindaya. Mírame y no me toques" fue la pancarta paseada ante el escultor, políticos y medios informativos. Ben Magef, la federación de una veintena de grupos ecologistas de Canarias, entregó a Chillida un sobre con una reproducción de los grabados rupestres que en numero superior a 200 se conservan en la parte superior de la montaña. Estos singulares grabados en forma de pies -algunos semejantes a la propia firma del artista- y el carácter mágico y sagrado para los aborígenes majoreros, son los argumentos a favor de la no intervención en la montaña. "A la montaña no le hago ningún daño", declaró Chillida. "La respeto al máximo y he tenido muy en cuenta la estructura para no tocar los grabados podomorfos y no dejar huellas en el exterior".Presentado como un espacio para los hombres, los ecologistas ofrecen como alternativa la montaña Bermeja, en Tefía, "un lugar ideal para realizar un monumento a la tolerancia al situarse allí un campo de concentración en la posguerra". Además dicen que esta montaña, al contrario de la de Tindaya, no es monumento natural, no tiene ningún yacimiento arqueológico, no es punto de interés geológico minero y es de toba, un material que se utiliza para la construcción, según figura en los paneles de una exposición alternativa inaugurada con unas 200 personas en la universidad popular de Puerto del Rosario.

Los ecologistas anuncian recogida de firmas para forzar al Parlamento canario "a que se investiguen los indicios de corrupción y cohecho en la compra de los derechos de la concesión minera de la piedra de Tindaya". El Gobierno ha recuperado, por 900 millones de pesetas, de los que piensa pagar la mitad con la extracción de la piedra, la concesión que se había. otorgado en 1983 por 30 años. El presidente Manuel Hermoso (Coalición Canaria), ingeniero industrial, rechazó ayer los "indicios" y se mostró favorable al proyecto "sobrecogedor" de Chillida que "consagrará la montaña sagrada de Tindaya".

"Todo depende de la posición del Parlamento, que en tres o cuatro meses se podrá pronunciar, y espero que de forma unánime a favor, y si convencemos a la sociedad canaria". Chillida afirmó que no se hará en contra de la opinión de los canarios. "Si no se hace en Tindaya, no se hará en otra montaña".

Chillida sólo responde de su proyecto, abierto ahora al conocimiento y la polémica artística con su exposición por diversas ciudades, y no entra en los planteamientos turísticos para duplicar en los próximos años el millón de visitantes anuales en una isla de 45.000 habitantes donde la demanda supera a la oferta. "Le he dicho al Gobierno canario que sólo quería para mí el espacio de dentro de la montaña. A esta idea se añadía la voluntad de ayudar a los obreros. Los canteros sacan la piedra y yo meto el espacio. Esta obra debe ser para los hombres, que somos todos hermanos. En el espacio Tindaya he pretendido buscar cosas importantes, como el sol, la luna, el horizonte, el mar. No hay muchas más cosas esenciales para el hombre. El horizonte es un misterio tremendo, es la patria de todos los hombres".

Verso de origen

El pasado y el presente de Tindaya figuran en las maquetas y el desarrollo arquitectónico del proyecto y en las esculturas y dibujos del artista reunidos en una exposición realizada por el arquitecto Lorenzo Fernández Ordóñez y el historiador Kosme de Barañano. Los huecos en el interior de las esculturas, desde los espacios entre los dibujos de manos al cubo de 50 metros para el interior de la montaña, tienen su origen en el verso Lo profundo es el aire de Jorge Guillén."Tengo toda la confianza del mundo", afirma Chillida. "Si no se hace, es porque no se quiere, no porque no se pueda". Señala además que va a ser "menos complicado y menos peligroso" a medida que se van conociendo nuevos datos del comportamiento de la montaña, aspecto que confirma el ingeniero José Antonio Fernández Ordóñez, que colabora en el proyecto. "La obra se puede hacer y pienso que ya no es una locura", dice al plantearse una bóveda plana de 50 metros de luz de la que salen embocaduras hacia la luz del sol y la luna. Fernández Ordóñez. insiste en la conformidad y el consenso antes de entrar en el proyecto técnico -nueve meses para redactarlo y tres años para realizarlo- con una actuación limpia, sin explosivos, para dejar la huella del corte de la sierra en la piedra de traquita. "Si alguien piensa en delirios de grandeza, se equivoca". No tengo esas cosas. He querido hacer esto para los demás", dice Chillida.

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