Ninotchka musculosa

Ninotchka es una comedia célebre de Ernst Lubitsch en la que la divina Greta Garbo, además de reir por primera vez ante las cámaras, protagonizaba una metamorfosis que la hacía dejar atrás su rigidez asexuada de comisario al servicio de la revolución y descubrir los encantos de la moda y las costumbres del mundo capitalista. El detonante de la transformación era, como es obvio en una comedia de Hollywood, el amor. Varias décadas después, Ninotchka es un musculoso capitán de la policía soviética que llega a Chicago persiguiendo a un traficante de drogas que se le escapó en Moscú. Dicho capitán, que responde al nombre de Danko y no es otro que un Arnold Schwarzenegger, también acabará por descubrir las comodidades capitalistas, pero al no intervenir el amor, ésas no resultan lo bastante seductoras como para apearle de sus convicciones comunistas.Al margen de su condición de producto que se beneficia de la glasnost, parcialmente rodado en Moscú y hablado en ruso, lo mejor de Danko calor rojo es el sentido del humor de su impasible protagonista, que logra imponerse a su rival ideológico, un Belushi pasota y sin atractivo.La película proporciona lo que promete: un humor un tanto grosero, violencia, ritmo percutente y una cierta capacidad para entretener. Del Walter Hill de Driver, Warriors o Calles de fuego apenas queda nada, como no sea una sabiduría técnica que ahora busca además las soluciones narrativas más cómodas, como recurrir a una planificación muy corta, con abuso de teleobjetivos, que permite construir lo que se quiere en la moviola y crear artificial y exteriormente el tempo vertiginoso que no tienen los hechos ni las ideas expuestas.