Historia de un incesto

Directora: Aline Issermann. Guión: Aile Issermann, Martine Fadier-Nisse, FrederIque Gruyer. Fotografía:Darius Khondji. Música: Reno Isaac. Francia, 1992. Intérpretes: Sandrine Blancke, Mireille Perrier, Alain Bashung, Emmanuelle Riva. Estreno en Madrid: Ideal (en versión original).

A medio camino entre la ficción y el documental, la eficaz realizadora francesa Aline Issermann narra con minuciosidad, fuerza y una sólida estructura dramática la historia de un incesto entre un padre y su hija de 12 años.

La sombra de la duda es una mezcla de dos elementos en principio contradictorios, pero con los que se consigue un buen resultado. Por un lado, aparece la minuciosa descripción, desarrollo y explicación de cómo en una familia, aparentemente normal, se produce un caso de incesto. Y por otro lado, se muestran los vericuetos que tiene la justicia francesa para castigar este tipo de delitos. Issermann consigue que esta casi imposible mezcla funcione muy bien. Gracias a exponer en un destacado primer plano la historia familiar, personal, las sórdidas relaciones entre un padre y su hija. Y, sobre todo, a conseguir que las diligencias judiciales pasen a un segundo nivel, derivado del primero.

En buena parte gracias a la colaboración de Darlus Khondji, que consigue una excelente y tétrica fotografía, de Reno Isaac, con una apropiadísima música, y sobre todo de Sandrine Blancke, que, a pesar de su corta edad, sabe dar todo el miedo, la angustia y las dudas que vive su personaje, la realizadora Aline Issermariri consigue la mejor de sus películas.

Aline Issermann es una interesante creadora cinematográfica desconocida hasta ahora en España. Siempre atraída por lo problemas familiares y de la in fancia, colaboradora de los guiones de todas sus películas, ha realizado otras tres antes de La sombra de la duda durante los año ochenta. Demostrando una grahabilidad narrativa, en La sombra de la duda logra crear el perfecto ambiente opresivo para desarrollar su historia. Ambienta da en la actualidad, tiene una connotaciones trágicas que la relacionan con la más inmediata posguerra, pero que resulta perfecta para el desarrollo de su compleja relación paterno-filial.

Además, consigue llenar su película de símbolos y sueños, pero sin que en ningún momento choquen contra los restantes elementos realistas. De manera que el conjunto es una sórdida historia familiar, con elementos policiacos y una compleja explicación psicológica final.