Hollywood "underground

«Había escrito cuatro o cinco guiones -cuenta Byrum- que nadie quería. Por la noche trabajaba como chófer de taxi y por el día escribía. Un día me llamó un tipo para decirme que conocía a uno que quería hacer una película porno con 17.000 dólares y buscaba un guionista. Le pregunté si también podría dirigirla y me dijo que le daba igual, que lo único que quería era que fuese porno. Le dije que mi agente tenía un guión y que se lo llevaría dentro de tres días. Durante el fin de semana escribí el guión. Era casi escritura automática. En las primeras horas traté de hacer un porno y luego el protagonista comenzó a desarrollarse. Sobre él se cristalizó todo lo que yo era en aquella época. Quería hacer una película, pero mi único recurso era rodar un porno. Escribía sobre mi propia situación.Con estos condicionamientos previos, John Byrum, alumno de cine de la Universidad de Nueva York, hace en 1975 su primer y único largometraje. El resultado es una de las películas más extrañas realizadas durante estos últimos años. Una larga escena, de 116 minutos de duración, en la que se mantienen las tres unidades clásicas y se desarrolla con técnica teatral, entradas y salidas de personajes y llamadas a la puerta en momentos oportunos, una anécdota situada en el Hollywood de los años treinta con profusión de referencia a personajes conocidos. Un joven y famoso director de cine, expulsado de la industria y entregado a la bebida, se dedica al rodaje de pornos en su propia casa como única forma de trabajar y sobrevivir. Sus actores son un enterrador y una heroinómana. Tras una primera parte con un discutible tratamiento de comedia, la segunda establece una interesante relación erótica entre el director y la chica de su productor atraída por el trabajo de actriz. De forma irregular Byrum ha conseguido hacerse un curioso autorretrato a través del ambiente del Hollywood de los años treinta y de un realizador que vive de hacer películas «underground».