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El restaurador de los 'guerreros de Riace' considera que todas las piezas antiguas son igualmente valiosas

Pier Roberto del Francia se encuentra en Barcelona para pronunciar una serie de conferencias

Jacinto Antón

Pier Roberto del Francia, director del Centro de Restauración de la Superintendencia Arqueológica de la Toscana y responsable de la restauración de piezas escultóricas como los guerreros de Riace y los bronces de Cartoceto, se encuentra en Barcelona para pronunciar conferencias en la universidad Autónoma y en el Museo Arqueológico. Del Francia, involucrado en las polémicas excavaciones de la plaza de la Signoria de Florencia, considera que "se deben tratar con el mismo respeto los bronces de Riace y las piezas de cerámica del tamaño de una uña".

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Misterio en bronce

Al completísimo laboratorio de Del Francia, en Florencia, llegan obras difíciles de restaurar o mal restauradas procedentes de toda Italia -aunque en teoría está ceñido a la Toscana-, e incluso de fuera, como bronces egipcios del Museo de Jartum (Sudán), o el célebre sarcófago etrusco del Louvre.Los guerreros de Riace "eran algo insólito, pues no es normal encontrar piezas de bronce de esas dimensiones, y estatuas enteras", recuerda el especialista. "No existía una experiencia previa sobre objetos como esos, aunque sí sobre pequeños bronces, y se decidió utilizar un sistema parecido de restauración. Las estatutas estaban cubiertas completamente de incrustaciones marinas; se tardó mucho en quitarlas, mediante bisturí y minúsculos martillos neumáticos. Hubo que sacar de dentro toda la tierra depositada por las corrientes y que suponía el mayor peligro para la conservación de los bronces; por supuesto, antes no se habían encontrado estatuas tan completas e hizo falta inventar un método para extraer la arena".

Para Del Francia, el criterio fundamental de restauración "es pensar que todos los objetos son igualmente importantes; no somos historiadores del arte, sino arqueólogos; no buscamos objetos bellos: todo tiene el mismo valor en cuanto es un documento histórico".

Terracota etrusca

"Por otro lado, si son documentos históricos no pueden ser cambiados sin perder su condición de tales; debemos respetarlos para que no devengan falsos. Hay que respetar el material, no se debe dañar el soporte ni aunque así se permita una lectura mejor de una inscripción, por ejemplo. Por eso limpiamos con vías mecánicas y no con productos químicos que pueden alterar el material. Y cuando rehacemos algo usamos materiales que se distinguen bien del original y que pueden ser retirados, fácilmente. En todo caso, sólo añadimos partes que faltan a objetos simétricos, de formas seguras; no hay que interpretar, ni buscar la espectacularidad en una restauración".El centro que dirige: Del Francia trabaja actualmente en la restauración de una lastra de terracota con figuras del templo etrusco de Pyrgi, y en la del célebre candelabro de Cortona, también etrusco. Asimismo, afronta las excavaciones de la plaza de la Signoria de Florencia, que han provocado un considerable revuelo político.

El Ayuntamiento quería cambiar el pavimento de la plaza y resulta que debajo del mismo se han encontrado importantes yacimientos arqueológicos, toda una zona intacta. "Hay que pensar que la plaza no existió hasta 1.300", explica Del Francia, "y que se hizo tras abatir las fortalezas de alrededor, para crear un área de respeto, un centro de poder que no pudiera ser asaltado desde torres vecinas; 5 centímetros bajo la piedra ya se encuentran fundamentos de edificios". "Nosotros avisamos que se encontrarían cosas, pero es que ahora, por una ley nacional estamos obligados a excavar, lo que molesta al municipio porque no puede efectuar la pavimentación". Los trabajos han sacado a la luz sótanos medievales y un establecimiento industrial romano. "Los políticos no entienden que se debe continuar y que existe una solución técnica para ello, aunque sea costosa".

Del Francia ha viajado a Barcelona con Giuliano De Marinis, subdirector del centro de restauración toscano y responsable directo de las excavaciones florentinas. Ambos especialistas están interesados en observar en Barcelona la solución que se ha dado a los yacimientos subterráneos de la ciudad, solución que les parece muy acertada.

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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