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Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Ineficaz mezcolanza

Con una tradicional estructura de intriga, donde un violento y enloquecido policía busca al maniaco que está cometiendo una serie de brutales asesinatos rituales, a base de típicos elementos de serie de televisión, apoyados en la pareja de policías encargada del caso que se lleva mal, el desconocido Tony Maylam intenta hacer una película de ficción científica, ambientada en el año 2009 en un Londres inundado y destrozado por la polución, con un terrible e invencible monstruo de gran tamaño.Segundo sangriento no funciona ni como policiaco ni como historia de ficción científica. Tiene un guión completamente inconsistente de Gary Scott Thompson, y además Tony Maylam sólo tiene un parentesco muy lejano con lo que debe ser un director de cine. El resultado es una ineficaz mezcolanza, donde resulta difícil comprender algo por lo mal explicado que está todo, por lo aburrido que resulta el conjunto y porque, de repente, el policiaco se convierte en ficción científica y el asesino ritual resulta ser un pringoso monstruo.

Splint second

Director. Tony Maylam. Guionista: Gary Scott Thompson. Fotografia: Clive Uckner. Música: Stephen Paason, Francis Hoines. Reino Unido, 1992. Intérpretes: Rutger Hauer, Kim Cattrall, Neil Duncan, Michael J. Pollard. Estreno en Madrid: Callao, Roxy A. Vaguada, Parquesur.

Obsesionado por ese nefasto aparato llamado steady cam, Tony Maylam sólo sabe dar vueltas con la cámara alrededor de sus mal hablados personajes. Demuesta ser incapaz de explicar algo si no es añadiendo una voz en off, o incluyendo una escena donde algún personaje ajeno a la acción se dedica en algún momento a suministrar información sobre ella.

El desastre

Sólo se salva del desastre, en la medida en que se entiende lo que ocurre y el decorado siempre inundado está bastante mejor utilizado, la escena final desarrollada en una abandonada estación de metro. Leyendo atentamente los títulos finales se encuentra la explicación, resulta mejor no por ser la última, sino por no estar rodada por el ineficaz Tony Maylem, sino por el director de la segunda unidad.En medio de esta aburrida mezcolanza, el holandés Rutger Hauer sólo se dedica a fumar puros y decir palabrotas tras sus gafillas negras, seguido muy de cerca por su pareja, Neil Duncan. Mientras la pobre debutante Kim Cattrall no parece darse mucha cuenta de dónde se ha metido.

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