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Jasper Johns despliega sus banderas en el IVAM

Valencia acoge una retrospectiva con los símbolos del artista estadounidense

Banderas, números, letras, mapas, dianas... seis décadas en la cima del arte de vanguardia han servido a Jasper Johns para dar, con cada una de sus obras, un nuevo sentido a símbolos conocidos, cotidianos. Quizá también para descargarlos de su significado original y convertirlos en referentes estéticos, en espacios de reflexión, ya que son elementos iconográficos, lugares comunes sacados de contexto, despojados de ideología, en los que lo que importa es no el qué sino cómo se han hecho. Jasper Johns tiene casi 80 años pero su arte sigue siendo muy sugestivo. Y contundente.

El Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), en colaboración con la Fundación Bancaja, inauguró ayer una exposición, la mayor retrospectiva dedicada en España al artista estadounidense (Allendale, Carolina del Sur, 1930), que recoge 91 obras de todas las épocas del pintor. Entre ellas, una veintena de creaciones de la colección particular del autor que ayudan a comprender mejor la evolución del lenguaje oculto con el que codifica y muestra su visión del arte.

"A partir de él nace el 'pop art", explica la comisaria Martine Soria
"A los 80 años sigue su camino y siempre se cuestiona"
La exposición incluye 20 obras cedidas por el propio autor
Algunos cuadros, como 'Numbers' (2007), nunca se han expuesto

Hasta sus obras más recientes, como la escultura -así la llama él- Numbers (2007), en apariencia un gran cuadro de aluminio en relieve de 2,7 por 2,1 metros, y que jamás había sido expuesta, sorprenden a pesar de que incluyan elementos constantes en su obra desde los años cincuenta. En este caso, una vez más, la repetición mnemotécnica casi escolar de las cifras del 0 al 9. Una obra, Numbers, que revisa, multiplicando por diez la escala, los planteamientos de otra creada en óleo sobre papel 50 años antes bajo el mismo título pero con un resultado totalmente distinto.

"Johns se identifica con trozos de realidad, los extrapola de su contexto y los congela fuera del tiempo proponiéndonoslos en toda su inmediatez", escribe el experto Luciano Caprile en el catálogo de la exposición Jasper Johns, las huellas del tiempo. Y uno de los mejores ejemplos es la reveladora Green Target (1959), un cuadro de círculos concéntricos verdes sobre papel de periódico que sugiere una diana y que ya incorpora una vieja técnica abandonada siglos atrás, pero muy presente en el arte de Johns, la del encausto, que permite trabajar con el color sobre una capa de cera fundida sobre el lienzo.

Pero sobre todo predominan los números. Si la evolución de la especie humana no hubiera desembocado en una especie con diez dedos en las manos, el arte de Johns sería distinto. Pero está claro que el sistema decimal ha marcado al autor desde muy joven y gran parte de sus cuadros parecen fascinados por las cifras. También con las letras, las tipologías...

"A partir de él nace el pop art", explicó ayer Martine Soria, comisaria de la muestra, "rompe con la abstracción lírica y el expresionismo abstracto, y pasa a influir a otras corrientes artísticas". Soria explicó que, junto a Robert Rauschenberg, es el creador del neodadaísmo, que acerca el arte de vanguardia a la sociedad utilizando nuevos materiales y lenguajes. Sin embargo, décadas después no se ha acomodado, según la experta. "A los 80 sigue su camino y siempre se cuestiona", resumió Martine Soria.

Para hacer realidad esta retrospectiva, que incluye 13 obras del propio IVAM, se ha tenido que recurrir a dos decenas de instituciones, entre ella la Tate National, el Whitney Museum of American Art, el Pompidou o la Robert Rauschenberg Foundation. La directora del IVAM, Consuelo Ciscar, explicó ayer que la exposición, que permanecerá abierta hasta el 24 de abril, coincide además con la concesión a Johns del premio Julio González, que el estadounidense recibirá el 27 de marzo, cuando se conmemora el fallecimiento del escultor catalán. Según el museo, está previsto que el galardonado recoja la distinción.

Soria también narró el primer encuentro con Johns, el que le permitió conseguir montar una exposición de un autor calificado de huraño: "Me preguntó si yo creía que iba a poder hacer una muestra de él y yo le contesté: 'Me dijeron que era imposible conocerle y ahora estoy en su salón". Tras cuatro horas de charla su concepción cambió: "El personaje puede ser difícil; pero yo no puedo decir lo mismo. Es una persona cercana, amable, tan sensible y culto que no puedo más que mostrar admiración hacia él".

Y quizá eso es lo que sienta el visitante en el IVAM, admiración por un pintor que renueva su arte década a década con algo tan intangible y esencial en el ser humano como son las letras, los símbolos, los números. Aunque sea para contar del 0 al 9.

La obra <i>Flags</i> (1987), de Jasper Johns, ayer en el IVAM de Valencia.
La obra Flags (1987), de Jasper Johns, ayer en el IVAM de Valencia.S. C.
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