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Joaquín Estefanía describe los nuevos poderes del mundo global

El mercado y la 'verdad mediática' centran 'La mano invisible'

Elsa Fernández-Santos

La recomposición del poder y las nuevas formas que ha adquirido en la llamada era de la globalización centran el nuevo libro de Joaquín Estefanía. La mano invisible (Aguilar) describe un mundo cambiante en el que dominan tres poderes nuevos: el de los mercados, el de los medios de comunicación y el de los sondeos de opinión. "Tres poderes capaces de lo mejor y de lo peor", afirma Estefanía.

Joaquín Estefanía (Madrid, 1951) reactualiza "humildemente" el concepto de la mano invisible acuñado en el siglo XVIII por el economista y filósofo escocés Adam Smith, y en el prólogo de su libro escribe: "Muchos de los que ejercen el poder niegan tenerlo. Practican así una mano invisible que no tiene que ver con la que teorizó Adam Smith. Ocultan el poder, lo disfrazan, pero no lo sueltan".

Fernando Vallespín, catedrático de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid y director del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), presentó ayer el libro, cuyo origen es el ensayo de 2000 El poder en el mundo. Según Vallespín, La mano invisible ofrece "datos estremecedores" sobre el poder de la nueva economía. "Estamos ante un poder que por primera vez en la historia se encuentra sin un contrapoder y esto es lo que genera mayor impotencia", añadió. ¿Cómo resistirnos a un poder que no vemos? ¿Cómo puede responder la política? "La mano invisible", añade Vallespín, "es una caja de herramientas para pensar en el mundo en el que vivimos. Estefanía va encontrando más resistencias que las que él pensaba: la teoría como forma de praxis, la descripción como un arma de transformación".

"Pensé que éste era un buen momento para hacer un balance político de la globalización", señala Estefanía. "Las decisiones que afectan a nuestra vida se toman desde lugares cada vez más alejados", una movilidad e indeterminación del poder que afecta a la "calidad" de la democracia. Así, frente a los poderes fácticos del pasado (Ejercito, Iglesia y Banca) -hoy más diluidos- se imponen tres poderes nuevos y "privados": el de los mercados, capaces de levantar o arruinar un país; el de los sondeos, que pueden orientar pero también ser catastróficos si se convierten en barómetros obsesivos para los gobernantes y el de los medios de comunicación, cuya debilitada credibilidad es hoy un problema creciente. En un mundo en el que la verdad mediática ha sustituido a la verdad auténtica, Estefanía se detiene en los blogs como una manera de ejercer una nueva comunicación cuyo futuro puede ser fatalmente onanista o, por el contrario, revolucionario.

Estefanía niega cualquier pensamiento binario y utiliza voces como las de Pinter, Tolstói, Chomsky o Gore Vidal para describir el poder y sus formas, para recordar que el debate sobre la desigualdad sigue pendiente y, finalmente, para concluir con una advertencia a los poderosos: "Todo poder genera resistencia".

Joaquín Estefanía (a la derecha) y Fernando Vallespín, ayer en Madrid.
Joaquín Estefanía (a la derecha) y Fernando Vallespín, ayer en Madrid.CRISTÓBAL MANUEL
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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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