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Conmoción en Gran Bretaña por la muerte del músico

Manifestación de jóvenes ante el club de Liverpool donde se iniciaron Los Beatles

En Liverpool, una larga procesión de jóvenes en duelo desfiló ayer por las puertas del Cavern, club donde los Beatles rompieran sus primeras guitarras y donde puede decirse que comenzó la revolución musical de los años sesenta. Un grupo de jovencitas depositó un ramo de flores mientras el alcalde prestó tributo al gran músico británico, e indicó la posibilidad de que pronto su ciudad natal elevará un monumento en su memoria.

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La noticia de la muerte de John Lennon fue, al principio, acogida con cierta incredulidad en el Reino Unido, pero este sentimiento dio paso después a la consternación. Aunque John Lennon fue en vida duramente criticado en su país, los británicos reconocieron ayer su genio musical.Sus compañeros del grupo se hallaban trastornados por la noticia. George Harrison no pudo ser localizado, pero se supo que, completamente deshecho, anuló una sesión de grabación que tenía programada para ayer. Paul McCartney, en un estado de «choque profundo», declaró al salir de su casa de campo, en Sussex: John era un gran tipo. El mundo entero le echará de menos». Parece que John y Paul habían superado últimamente sus diferencias.

El batería del grupo, Ringo Starr, se encontraba de vacaciones en un lugar secreto; pero, al conocer la muerte de su amigo, tomó inmediatamente un avión para Nueva York. La primera esposa de Lennon, Cynthia, recibió con tristeza la noticia de la muerte del padre de su hijo de diecisiete años, Julián. Este esperaba seguir la carrera musical de su padre y siempre acudía a él para buscar consejos.

"Beatlemanía"

Las reacciones a este triste acontecimiento han sido amplias y emotivas. Incluso se ha comparado el fin de este beatle con el asesinato de John F. Kennedy, en 1963. John Lennon declaró una vez que «los Beatles eran más populares que Jesucristo». En vista de su influencia en los años sesenta, de la beatlemanía, que tanto contribuyó a cambiar a la juventud británica y de todo el mundo, tenía parte de razón.La música de John Lennon captó no sólo a la juventud, sino al establishment musical británico. Lennon parecía ser el alma de los Beatles. George Martin, productor de los Beatles hasta su último elepé, Abbey Road, en 1970, reconoció ayer que John Lennon no fue nunca un gran instrumentista, pero compuso canciones maravillosas, siendo, sobre todo, un innovador. Para Martin, John y Paul fueron como el vinagre y el aceite, una mezcla estupenda, si bien el primero siempre intentaba llegar más allá.

Una cadena independiente de la radio londinense dedicó ayer, a mediodía, un programa especial a la personalidad de John Lennon. Según Dick James, editor musical que protegió a los Beatles desde un principio, John era el más radical del grupo, imaginativo y, a la vez, romántico y agresivo. «Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único», se recordaba ayer en Londres, mientras se oía la canción de John Lennon. Prueba de la aún viva popularidad de los Beatles es que aún se venden en Gran Bretaña más de 30.000 de sus elepés al mes. Esto obliga a hablar de la fortuna del desaparecido beatle. Solamente con sentarse en su casa sin hacer nada, John Lennon podía ingresar más de novecientos millones de pesetas al año de la venta de sus discos y de los derechos de autor.

Aunque es difícil de calcular cuánto dinero poseía, se le atribuía una fortuna personal que superaba los 18.000 millones de pesetas. «Money that's what i want» (dinero es cuanto quiero).

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