José Luis Lozano, acusado de coacciones por la Asociación de Matadores

La creación de la denominada Unión de Matadores, Novilleros, Rejoneadores y Apoderados como nueva agrupación separada de la Asociación de Matadores, Rejoneadores y Apoderados y en la que se han integrado algunas figuras del toreo, junto a determinados apoderados, no se ha producido por una voluntad de escisión por parte de los toreros, y han influido las coacciones del empresario de Las Ventas José Luis Lozano. Así lo afirmaron ayer los matadores Pepe Dominguín (retirado) y Raúl Galindo, presidente y vicepresidente, respectivamente, de la asociación, en conferencia de prensa celebrada en Madrid."La escisión no existe", dijo Pepe Dominguín. "Ha sido un invento de José Luis Lozano, que obedece a intereses de los empresarios con más fuerza. Lozano ha utilizado el poder que se deriva del hecho de ser empresario de una plaza de la categoría que tiene la de Las Ventas para coaccionar a los profesionales, con la amenaza de no actuar en Madrid". Este periódico intentó ayer sin éxito hablar con José Luis Lozano.

Por lo que se refiere a la huelga convocada, Raúl Galindo considera que el problema derivado de la polémica orden ministerial es, estrictamente, de los ganaderos. "Por eso la asociación no ha intervenido en las negociaciones", dijo, "aunque sí hemos apoyado a la CAPT, porque sus peticiones nos parecieron razonables".

Entre los toreros que se han incorporado a la nueva agrupación están algunos con sello de figura como Enrique Ponce, Jesulín de Ubrique y Rivera Ordóñez. No está entre ellos Joselito.

Enrique Martín Arranz, apoderado de Joselito, manifiestó que el origen de la separación surgió tras la negociación del nuevo convenio con Colombia, y añadió: "Se había preparado un convenio con mejoras que han podido parecer más duras a apoderados que llevan toreros ya contratados para las plazas colombianas, por lo que no quisieron aceptarlas". Es el caso de José Luis Lozano, que apodera al diestro colombiano César Rincón. "Además", explicó Martín Arranz, "están los derechos de imagen de televisión de los novilleros y de los toreros modestos, que no están asegurados en absoluto y que el convenio trataba de regular. Todo esto asusta a determinados empresarios".