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Fallece el lingüista vasco Luis Michelena

A sus 72 años era considerado el mejor conocedor del 'euskera'

El lingüista vasco Luis (Koldo) Michelena falleció ayer en Rentería, su ciudad natal, a consecuencia de una embolia, a los 72 años de edad. Doctor en Filosofia Clásica por la universidad de Madrid, carrera que estudió en la cárcel, donde estuvo condenado a muerte al finalizar la guerra civil española, Michelena era también catedrático de latín y de lingüística indoeuropea y vasca por la universidad del País Vasco. Desempeñó también su labor de catedrático en la universidad de la Sorbona y fue el primer catedrático de lingüística vasca durante el franquisino en la ciudad de Salamanca. En la actualidad dirigía, al frente de numerosas personalidades de las letras vascas, un diccionario vascuence cuyo primer tomo aparecerá en las próximas semanas.

Michelena, considerado el más importante, conocedor de la lengua vasca, estuvo durante años ligado a partidos nacionalistas vascos y en los últimos tiempos a Eusko Alkartasuna.Condenado a muerte al finalizar la guerra civil española, Koldo Michelena pasó siete años en prisión en dos períodos diferentes, donde además de estudiar la carrera de filosofia clásica aprendió varios idiomas "para leer la literatura inglesa y alemana en su versión original", decía.

Son numerosas sus obras publicadas entre las que destacan Historia de la literatura vasca (1960) y Fonética Historica vasca (1961) y se cuentan por cientos sus artículos sobre filología vasca. Como miembro de la Real Academia de la Lengua Vasca y correspondiente de la española tuvo especial importancia su planteamiento de unificar el vascuence literario. Hace cuatro años declaró: "La situación del euskera, lengua genéticamente aislada, con una implantación circunscrita a un pequeño territorio, rodeada por poderosas lenguas romances y dividida en formas dialectales, hace evidente para toda persona mínimamente reflexiva, que una unificación al menos de su forma escrita, es imprescindible para la supervivencia de la lengua".

Entre otros galardones recibió el Premio Ossian por su dedicación a la cultura vasca, el Premio Menéndez Pidal, máxima distinción en España para la investigación humanista; en 1983 fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Hijo de un humilde cestero guipuzcoano, Michelena trabajó desde los 15 años como auxiliar administrativo en su ciudad natal. Hace unos años declaró haber pasado de sentirse arrinconado al reconocimiento internacional. "Mi labor intelectual ha sido la de un artesano defensor de la racionalidad", comentó el lingüista en respuesta a los juicios que sobre su papel en la vida intelectual y universitaria vasca se emitieron en el homenaje que recibió en Vitoria, con motivo de su investidura como doctor honoris causa por la universidad de Burdeos.

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