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María Moliner autora del "Diccionario de uso del español", murió ayer, a los 81 años

Su obra ha sido una de las aportaciones lexicográficas más importantes del siglo

María Moliner, la autora del Diccionario de uso del español, falleció ayer en Madrid, a los 81 años de edad, víctima de una afección respiratoria. Su obra ha sido una de las más importantes aportaciones lexicográficas que se han producido en España en este siglo. No influyó sólo en los ambientes académicos o docentes, sino que ha sido fuente para el conocimiento general de nuestra lengua. Se publicó por primera vez en 1966 en la Biblioteca Románica Hispánica, de la Editorial Gredos, dirigida por el director de la Real Academia Española de la Lengua, Dámaso Alonso. Muchas veces se habló de María Moliner como académica de la Lengua, pero la propuesta de su nombre jamás prosperó.

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Una académica sin sillón

María Moliner nació en marzo de 1900, en Paniza, localidad de Zaragoza, donde su padre era médico A los cuatro años se trasladó con su familia a Madrid y allí estudió en la Institución Libre de Enseñanza, en cuyo seno tuvo posteriormente una participación activa durante la República en las misiones pedagógicas, en Valencia, y en la organización y dirección de la Junta de Adquisición de Libros y Cambio Internacional, ya en plena guerra civil.Curiosamente, la autora del Diccionario de uso no es filóloga de título. Licenciada en Historia por la Universidad de Zaragoza, en 1921, ganó al año siguiente una oposición al cuerpo facultativo de archiveros, bibliotecarios y arqueólogos y trabajo desde entonces como bibliotecaria en los archivos de Simancas y Murcia, en la biblioteca del Ministerio de Hacienda de Valencia y en la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid adonde se trasladó en 1946 y residió hasta su muerte.

"El diccionario es mi único mérito"

«A mi marido y a nuestros hijos les dedico esta obra terminada en restitución de la atención que por ella les he robado», escribió María Moliner al culminar su obra única y cumbre, en un conmovedor gesto revelador de su dimensión humana tras la compleja construcción científica de su trabajo.

Casada con Fernando Ramón y Ferrando, catedrático de Física del que enviudó hace algunos años, tuvo cuatro hijos, todos ellos actualmente catedráticos y profesores, siguiendo la tradición familiar.

«Durante los quince años que dedicó a la elaboración del diccionario trabajaba en él unas diez horas diarias. A las cinco de la mañana ya la oíamos teclear su máquina», recuerda uno de sus hijos. «De hecho, trabajó en el diccionario hasta el último momento, cuando se lo impidió la arterioesclerosis que padecía desde hace cinco años».

A raíz de la aparición del Diccionario que editó la Biblioteca Románica Hispánica de Gredos, que dirige Dámaso Alonso, por primera vez en el año 1966, el nombre de María Moliner adquirió por primera vez cierta notoriedad. En 1972, a iniciativa de Carmen Conde y otras escritoras apoyadas por Rafael Lapesa, se propuso su ingreso en la Real Academia Española de la Lengua. Pero su candidatura chocó con la tradicional actitud antifemenina de la institución, y cuando, más tarde, ésta cedió para admitir a la propia Carmen Conde, María Moliner ya bastante enferma, no se encontraba en condiciones de responder a este tardío reconocimiento.

«Mi madre era muy tranquila y casera», dice su hijo. «Cuando le llegó cierta fama con la publicación del Diccionario y se le propuso su candidatura como académica no mostró mucho entusiasmo. Pero, hace poco, Carmen Conde declaró en una entrevista en televisión que el puesto que ella ocupa en la Academia debería haber correspondido a María Moliner». «Mi obra es limpiamente el Diccionario; mi único mérito», declaró María Moliner en 1972, en relación con su candidatura a la Real Academia de la Lengua. «Mi biografía es muy escueta, en cuanto a que mi único mérito es el Diccionario. Podría buscar en mi historia y encontrar algún artículo ocasional publicado en algún periódico, pero nada que pueda añadir al Diccionario».

Próxima edición del "Diccionario", revisado

Cerca de 30.000 ejemplares del Diccionario de uso del español se han lanzado en sucesivas reimpresiones a partir de la primera edición de 1966. Las 3.300 páginas que comprende la obra han sido recorridas en estos veinticinco años por un incalculable número de consultantes que buscaban en él algo más que la significación directa e inicial de las palabras. El Moliner es un texto consagrado, pieza fundamental de toda biblioteca pública y privada, a nivel universitario.

«El Diccionario de María Moliner es una obra excepcional teniendo en cuenta que ha sido reali zada por una sola persona», asegura uno de los responsables de su edición. «No es sólo un diccionario de léxico que recoge más acepciones que el de la Real Academia define los diferentes campo semánticos a base de las famosa familias de palabras y catálogo que agrupan las palabras de significación próxima. Revela, además por parte de su autora, un profundo conocimiento de la gramática María Moliner estaba especial mente dotada para llevar adelante una obra de tal envergadura».

La última reimpresión del Diccionari . o que circula actualmente se hizo en 1980, y dentro de dos año se publicará la obra revisada de acuerdo con las notas y fichas que ha dejado la propia María Moliner como un legado lingüístico que consagra la vigencia de su Diccionario.

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