Cinco exposiciones en Murcia en tomo a Contraparada
Habitualmente, fuera de los dos grandes circuitos de comercialización artística de Madrid y Barcelona, es raro poder ver alguna exposición de verdadero interés. Por eso nos congratula especialmente ver reunidas varias muestras artísticas en una Murcia en fiestas. Ya el año pasado se inició, con el nombre de Contraparada, la celebración de varias exposiciones, y, al renovarse este año, podemos confiar que quizá acabe por fin institucionalizándose como costumbre. Pero, aparte de elogiar el acierto de esta iniciativa cultural de la municipalidad murciana, hay que revisar el contenido de lo que se exhibe, que en el presente año ha sido lo siguiente: Pedro Orrente, Nombres significativos del arte contemporánero español, Escultura y espacio y El paisaje de Murcia. Por otra parte, al margen de la organización de Contraparada, pero también en estas mismas fechas, la galería Yerba presenta obra reciente de Tápies, con todo lo cual no se puede negar que Murcia se ha convertido, en estos días, en un verdadero centro de interés artístico.Vayamos por partes. En primer lugar, es justo destacar la idea de haber montado una exposición antológica del gran pintor murciano Pedro Orrente (1580-1645), al que había que homenajear aquí de alguna manera, y no sólo por razones de paisanaje, ya que el año- pasado se conmemoró el cuarto centenario de su nacimiento. En cualquier caso, toda excusa es buena para ver reunidos unos cuadros de nuestros grandes maestros del pasado, y mucho más aún cuando, como en el caso de Orrente, el conocimiento popular de los mismos dista mucho de ser idóneo. Este olvido o marginación relativos se hace además chocante en el caso concreto de Orrente, cuya especialización en determinada pintura de género le hizo alcanzar bastante popularidad en su época. En efecto, Pedro Orrente ha pasado a la historia como un especialista español en escenas de paisaje con animales, siguiendo la moda que crearon con éxito internacional los Bassano, uno de cuyos últimos representantes, Leandro, parece que fue maestro de nuestro pintor.
En la exposición presente, al cuidado de A. Pérez Sánchez, no sólo está recogida esta faceta de género, sino también grandes cuadros de historia, entre los que resplandecen la Santa Leocadia de la catedral de Toledo y el San Sebastián de la catedral de Valencia. En fin, de mayor o menor importancia, veinte cuadros de Orrente permiten aquilatar la calidad e interés histórico del maestro murciano. Quizá la única pega que cabe hacer es que no se haya aprovechado del todo la oportunidad para limpiar o tensar algún lienzo en preocupante mal estado de conservación.
El resto de las exposiciones, a cargo de Ceferino Moreno, está dedicado al arte contemporáneo, aunque desde diferentes aspectos. El paisaje en Murcia tiene, por ejemplo, el atractivo de ofrecernos obras de Bonafé, Flores, Garay, Gaya, etcétera, aunque mezclando lo bueno, lo regular y lo impresentable, como ocurre casi siempre que se hacen exposiciones temáticas de este tipo. Nombres significativos del arte contemporáneo español, exposición itinerante, reúne obras de Miró, Tápies, Chillida, Chirino, Berrocal, Feito, Mompó, Labra, Millares, Canogar, Ponç, Pablo Serrano, Tharrats, Clavé, José Luis Verdes, Vilacasas y Darío Villalba. Escultura y espacio, por su parte, exhibida al aire libre, cuenta con los nombres de Raba, José Luis Sánchez, Orensanz, Besterrechea, Frechilla, Gabino, Feliciano, Mendiburu, J. L. Coomonte, etcétera. Ambas muestras, pero sobre todo la primera, ofrecen en cualquier caso la oportunidad de poder contemplar retazos interesantes del arte español contemporáneo.
Finalmente, la galería Yerba, fuera del marco oficial de Contraparada, pero contribuyendo muy eficazmente a realzar el ambiente artístico que vive Murcia estos días, presenta obra reciente de A. Tàpies. Se trata de una selección bien escogida entre lo que presentó hace poco en la Maeght de Barcelona el gran pintor catalán, que ha conseguido, una vez más, despertar un justo entusiasmo admirativo.
